Brindis

Vale ello para que tras más de treinta años de mayoría izquierdista sigamos obteniendo una escasa y censurada información desde dentro del Ayuntamiento sobre asuntos candentes. Por suerte existe “prensa libre” y paliamos este déficit. Sin embargo, en épocas de penurias presupuestarias, seguimos con un Dpto. de comunicación sobredimensionado y sin que los hechos sean abordados con objetividad para el ciudadano contribuyente.

Dos ejemplos: El día 26 de marzo, el Alcalde presta declaración como testimonio ante el Supremo por la “Trama Campeón” en relación con la nave Azkar y el 29 hay jornada de Huelga General. Ambos hechos deberían ser valorados por los servicios de comunicación en propia clave.

Dos breves más: La señora Valverde secretaria municipal nos deja tras 11 años, inesperadamente ¿por qué? ¿Algún cese en licencias… por qué? Las obras de Fomento de ampliación de la autovía ¿En qué punto están? Dado el colapso del tráfico que supondrán y los técnicos en entredicho que lo negocian.

Un poder municipal estable y eficaz conviene, no su apariencia autoritaria y opaca. Por ello desde la responsabilidad opositora pedimos que cuanto antes se clarifique el Asunto Azkar mejor para todos. De no ser así, existen recambios. ¿Podríase enfrentar alguien desgastado a los próximos retos ejecutivos?: Eurovegas, Plan de austeridad y transparencia presupuestaria, nuevo convenio y cambios impuestos a las empresas municipales, afrontar los pleitos (Béisbol, Cruz). Sumar desgaste gestor al propio personal. ¿Difícil empeño?

¿Qué diría el predemocrático prof. ”Muchoveo”?. Callaría. Pero recomendaría a los ediles ahorrar en “Estudis i dictamens”, “Atencions protocolaries”, “Despeses diverses”, y “Comunicació”. Eran tiempos duros que vuelven. Cuando ya algunos consistorios catalanes se plantean la supresión de las “Festes” o su copago para no acabar como los ediles embargados de Moiá. Grave asunto ¿no?

Como colofón, al millar largo de empleados municipales, directos e indirectos, subcontratados y parentelas respectivas, es difícil que se les escapen, los “gritos y susurros” de la Casa Consistorial en momentos delicados. El imponer un hermetismo leninista no funciona. Mejor lo que ya hacen las grandes empresas: transparencia y comunicación. Brindamos nuestra ayuda para este empeño tan necesario. ||