Nuevo curso, viejos asuntos

El incremento de recursos debe redundar en una mejora de la calidad del sistema educativo, en especial, erradicar el abandono escolar, con un porcentaje superior al treinta por ciento, más del doble de la cifra registrada en los países europeos. Para ello, urge ofrecer a los estudiantes programas educativos de índole diversa, en el sentido de potenciar la formación profesional, con especial hincapié en la de grado medio, y vincular la formación académica con el ámbito laboral.

Conviene, por tanto, acometer las medidas para que tanto la formación profesional inicial, la que se imparte en el sistema educativo, como la permanente y la formación para el empleo, satisfagan las nuevasnecesidades de los distintos sectores productivos.

Resulta prioritario asegurar que los estudiantes finalicen la educación obligatoria con las competencias y conocimientos básicos para su desarrollo personal y profesional.

En este curso, además se extiende la implementación de nuevas tecnologías de la información en diferentes niveles educativos. Este cambio requiere la formación previa del profesorado en el uso de dichos sistemas, así como la adaptación de los contenidos a los nuevos soportes introducidos. No obstante, convendría mantener la complementariedad con los libros de texto, que en modo alguno habrían de desaparecer del entorno escolar. Aparte de la irrupción de pizarras digitales, portátiles y libros electrónicos, el aprendizaje de un idioma extranjero se antoja imprescindible en el panorama actual. Las estadísticas insisten de manera recurrente en el deficiente nivel de idiomas de los estudiantes españoles; en este aspecto, el uso de materiales multimedia contribuirá de forma decisiva al despegue de una materia tan sensible.

Asimismo, las posibilidades de empleabilidad están ligadas a la formación y el aprendizaje permanente.

Sólo así se conseguirá incrementar el nivel de productividad, uno de los principales caballos de batalla de la crisis económica actual.

Por otra parte, la partida de los Presupuestos Generales del Estado destinada a becas requiere un aumento notable, de forma que la falta de recursos económicos no suponga un lastre para que los estudiantes puedan continuar su etapa educativa.

Ahora bien, la consecución satisfactoria de las medidas expuestas requiere efectuar un análisis de la sociedad democráticamente avanzada en la que vivimos y, tras realizarlo, se percibe una carencia de educación en valores, que sólo se evitará mediante la implicación de las familias, el profesorado y los medios de comunicación; valores que no hace tanto se consideraban fundamentales y, en cambio, ahora su ausencia no despierta una preocupación evidente. ||