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Consecuencias de la contaminación.

José A. Varela
José A. Varela
Por José A. Varela - Castelldefels
miércoles 23 de julio de 2014, 13:48h
Mucho se está hablando estos días sobre la contaminación en las grandes ciudades como Madrid y Barcelona, tanto es así que incluso se ha retrasado la medida de suprimir la velocidad máxima de 80 km/h.
Según Francesc Homs, portavoz del Gobierno Catalán, no hay relación entre contaminación y la velocidad de los coches. Según el Consejero de Interior, Felip Puig, de quien depende el Servicio Catalán de Tráfico, reducir a 80 Km no empeora la calidad del aire ni perjudica a la seguridad vial. Entonces, ¿por qué motivo se ha retrasado la aplicación de la nueva medida de CIU? Es más ¿por qué motivo limitó el Tripartit la velocidad a 80 km en el área metropolitana?

Yo vivo en Castelldefels y he tenido que sufrir a diario las consecuencias de esta absurda medida, contradictoria en sí misma, ya que durante el tiempo de aplicación de la misma ha incrementado el número de accidentes en la C-31 sur (autovía de Castelldefels) y en la C-32 sur (autopista del Garraf), mientras que ha disminuido en otras vías donde no se aplicó. Además varios estudios demostraron que no se disminuía la contaminación.

La sensación que nos da a los ciudadanos es que desde el Tripartit no hubo más que un afán recaudatorio, porque no sirvió para nada más que para fastidiar a los contribuyentes, a costa de su paciencia y de su bolsillo. En las pasadas elecciones tuvieron la respuesta de los votantes a ésta y otras medidas igual de eficaces.

El resultado es que el contribuyente ha salido perdiendo, como siempre, y los únicos que han ganado son las arcas públicas y también la empresa que se dedica a cambiar las señales de límite de velocidad, ya que en poco tiempo han cambiado de 120 y 100 a 80 y viceversa.

Por si no fuera suficiente, la Ministra Elena Salgado comenta que en algún momento habrá que armonizar los impuestos medioambientales con la UE para que pague más quien más contamina. El Gobierno deja entrever así que en breve tendremos otro impuesto más que se aplicará en los coches que más contaminen. Pero no seamos ilusos, ese impuesto no se aplicará sólo a los grandes 4x4 de los ricos, sino que también se aplicará a todos los que tengan un coche diesel porque contamina más. Y es que de algún sitio hay que sacar el dinero que se deja de ingresar por las multas de velocidad limitada. Esté el Tripartit o esté CIU, no nos escapamos de pagar cada día más y más impuestos. Señores, por cobrar un impuesto más, no se va a reducir la contaminación, se va a aumentar la recaudación, nada más.

Desde aquí lanzo varias propuestas al Gobierno para luchar contra la contaminación, contra los accidentes y contra el gasto público:

1. Incentivar el uso del transporte público, reduciendo el precio del billete, aumentando la frecuencia de paso y la puntualidad, aumentando las rutas y haciendo una campaña que conciencie al ciudadano.

2. Eliminar la cantidad ingente de coches oficiales que tienen nuestros políticos, que además son de alta gama y gran cilindrada, lo que implica más emisión de CO2. Además pueden utilizar el transporte público para dar ejemplo al resto de usuarios. Con esta medida seguro que, además de contaminar menos, nos ahorraremos todos un dinero.

Estoy seguro de que al resto de lectores se les ocurrirán muchas más ideas que no conlleven la aplicación de más impuestos y restricciones para los de siempre.

José A. Varela
Castelldefels
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