Latitud sur

También los que esperan las sobras de los comercios. El comedor social agota turnos y existencias, quien prueba repite. El Banco de alimentos registra predominio de autóctonos.

La multipremiada economista francesa, Esther Duflo, 37 años y casi Nobel, desenmascara las falacias y prejuicios de tantos programas de ayuda externa que rigen en ONGs y Entes públicos; y lo demuestra con un método de seguimiento objetivo, realizado por el MIT que busca algo simple en apariencia: el resultado, para subsanar la pobreza no para paliarla. Pocos son los sometidos de buen grado a su sistema de verificación técnica, muchos obligados por los donantes. Existiendo esto, es sorpresivo que leamos que S. Boi es el 2º municipio de toda Cataluña que dedica más recursos a la ayuda externa, a pesar de los recortes generales.

Ayudamos de manera voluntarista y arrebatada vean, dos pequeñas muestras:

—24.000€ a San. Miguelito— Nicaragua. Sabrán que este país es una dictadura en manos de los hermanos Ortega, los cuales por cierto restringen las libertades formales y están vigilados por organismos internacionales, tras las fraudulentas elecciones que les mantienen en el poder. Ortega es un líder corrupto e incapaz (su hijastra lo denunció como violador)

—Mantenemos también una ayuda a un suburbio de la Habana que porta el nombre de Marianao, tal vez por aquello de expiar que el Marques de Marianao, era negrero allá y mecenas aquí. Porque el régimen de los hermanos Castro continua insensible al cambio y su policía reprime cruelmente la discrepancia pacifica, la UE lo tiene en cuarentena.

Se sabe que las ayudas son redundantes y de poco provecho, tal vez porque los seguimientos de ello son someros, con episódicos viajes y “buen rollo”. La laureada Duflo podría colaborar en ello.

Falta criterio en las ayudas al exterior y más interés hacia conciudadanos en riesgo de exclusión social, porque esto es, entrar en el 4º Mundo, —los sin hogar, los que excluidos de cualquier programa ya están afónicos de reclamar—. Ediles, rectifiquen y por favor no piensen en las hambrunas de Corea del Norte, las nuestras quedan más próximas. ||