www.elllobregat.com

Benedicto XVI renuncia

Por Mossèn Xavier Sobrevía
miércoles 23 de julio de 2014, 13:48h

Nadie lo esperaba pero no ha sido una sorpresa absoluta. La renuncia de Benedicto XVI nos ha cogido sin preverla pero no ha sido algo extraño. En el libro “La luz del mundo”, hace tres años, ya decía que se había de estar en condiciones adecuadas para ser el sucesor de San Pedro.

Como Papa, durante ocho años, ha servido a la Iglesia y a la humanidad. Algunos dicen que ha sido un pontificado corto, pero vemos como los mandatos de los políticos suelen ser de cuatro años y el presidente de EEUU sólo puede gobernar hasta ocho.

Lo ha comunicado en una reunión convocada para otro tema: la próxima canonización de los ochocientos mártires de Otranto (Italia) en 1480. La explicación de Benedicto XVI es breve, clara y despeja algunas dudas. Es interesante conocer sus propias palabras: “Después de haber examinado ante Dios reiteradamente mi conciencia, he llegado a la certeza de que, por la edad avanzada, ya no tengo fuerzas para ejercer adecuadamente el ministerio petrino. (…) En el mundo de hoy, (…) para gobernar la barca de san Pedro y anunciar el Evangelio, es necesario también el vigor tanto del cuerpo como del espíritu, vigor que, en los últimos meses, ha disminuido en mí de tal forma que he de reconocer mi incapacidad para ejercer bien el ministerio que me fue encomendado.”
A continuación dice: “con plena libertad, declaro que renuncio al ministerio de Obispo de Roma, Sucesor de San Pedro, que me fue confiado por medio de los cardenales el 19 de abril de 2005, de forma que, desde el 28 de febrero de 2013, a las 20.00 horas, la sede de Roma, la sede de San Pedro, quedará vacante”. Así, los cardenales, a partir del día 28, serán convocados para reunirse en cónclave y para elegir al nuevo Obispo de Roma. Una reunión en la que participarán cinco cardenales españoles en un total de 120.

Explica, finalmente, que servirá a la Iglesia con una vida dedicada a la oración, pide perdón y encomienda la Iglesia a Jesucristo y a santa María: “os doy las gracias de corazón por todo el amor y el trabajo con que habéis llevado junto a mí el peso de mi ministerio, y pido perdón por todos mis defectos”. Todo un ejemplo. ||

¿Te ha parecido interesante esta noticia?    Si (2)    No(0)

+
0 comentarios