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Una reforma muy necesaria

Por Mossèn Xavier Sobrevía
miércoles 23 de julio de 2014, 13:48h
Escribir o hablar sobre el aborto no es fácil ni agradable. Pero es una realidad importante y sería injusto guardar silencio. El 23 de diciembre se dieron a conocer los datos de España sobre los abortos provocados en el año 2012. Suman 112.390 en un año.
Desde que se despenalizó en 1985 han sido 1.805.000. Actualmente asciende hasta 20% de las mujeres que quedaron embarazadas, es decir, por cada 4 niñ@s que nacieron hay uno más al que se le impidió seguir con su desarrollo. Todo ello sin contar con los abortos precoces que se puedan haber producido por las 800.000 píldoras del día siguiente que se distribuyeron ese año. En Alemania, con casi el doble de población, tienen un número de abortos muy similar al de España y están muy preocupados por una cifra tan elevada.

Pienso que los datos son necesarios para situar la importancia de un tema. Aunque no basta saber a cuantas personas afecta, también es necesario saber de qué estamos tratando.

Puede haber problemas que sólo afectan a una persona pero que son muy graves, puede haber problemas menos graves pero que afectan a muchas personas, puede haber problemas muy graves que afectan a muchas personas.

El aborto es un tema que afecta a muchas personas y que es muy grave, por tanto, que se debata sobre ello es normal y necesario. Afecta a la criatura, a la mujer, al padre y a toda la sociedad. El Gobierno de España, el 20 de diciembre, ha dado un primer paso y ha presentado un anteproyecto de ley que ha titulado “Ley Orgánica para la protección de la vida del concebido y de los derechos de la mujer embarazada”. Es un título que ya declara su intención: proteger al concebido y los derechos de las mujeres.

Sólo la ignorancia o la obcecación radical puede negar que la mujer embarazada en portadora de un nuevo ser vivo que es humano. Quizá las palabras se quedan cortas y, a veces es necesario ver un aborto para darse cuenta de la barbaridad que es. Esto le ocurrió a la directora de un centro abortista en Texas: Abby Johnson. Llevaba dos años de directora y se le pidió su colaboración en un aborto. Ella había comenzado a sentirse incómoda con la filosofía de la empresa Planned Parenthood que, debido a los retos económicos, le pidieron que lograra conseguir más abortos. Indica que “El dinero no estaba en la planificación familiar, el dinero no estaba en la prevención, el dinero estaba en los abortos y tuve conflicto con eso”. Pero el momento decisivo fue cuando presenció las imágenes del ultrasonido de un aborto en una criatura que aún no había nacido. Entonces experimentó un cambio en su corazón y recientemente ha publicado un libro en que explica este cambio.

Son muchos los aspectos que se pueden comentar de la propuesta del Gobierno y, como ha comunicado la Asociación Española de Bioética (AEBI), es un “avance positivo respecto a posiciones y formulaciones legales anteriores profundamente ideológicas y acientíficas”. Cabe destacar que el aborto deja de presentarse como un derecho, no existe el derecho a matar. No se establecen discriminaciones con motivo de posibles enfermedades, se considera un derecho las ayudas a la maternidad, se elimina la publicidad sobre el aborto, se respeta la función de los padres en la educación afectiva y sexual de sus hijos y se respeta la objección de conciencia. Pero produce inquietud que pueda mantenerse como causa para abortar el posible riesgo para la salud psíquica de la madre, que era el motivo alegado para abortar en el 97% de los casos hasta el año 2010.
Para las personas más interesadas, el comunicado completo de AEBI se puede consultar en:
http://www.aebioetica.org/images/pdf/
ComunicadoanteproyectoAEBI.pdf.||
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