El robo de 300 metros de cobre en la R2 de Cercanías vuelve a levantar las alarmas

Martes y 13 debieron pensar ayer gran cantidad de usuarios de Renfe que se vieron atrapados en las estaciones. El motivo, en cambio, de la mala suerte no fue algo tan supersticioso, sino mucho más terrenal. Un nuevo robo de cable de cobre de la línea de cercanías entre la El Prat y Gavà, así como entre la estación pratense y el aeropuerto, generó retrasos de hasta media hora en las líneas de cercanías R2 norte y sur, más retrasos similares en las líneas de media distancia en dirección Lleida y Tarragona, según Renfe y Adif.

Se estima que el nuevo hurto ronda los 300 metros de metal y se suma así a la larga lista de robos de cobre que se están produciendo en líneas ferroviarias y de telefonía. El jueves de la anterior semana, Renfe sufrió un episodio similar, esta vez entre Bellvitge y Sants-Estació, en donde se extrajeron 220 metros de cobre, lo que causó retrasos parecidos a los de ayer por el hecho de tener que recuperar indicaciones manuales.

Metros y metros de cable que se refleja en pérdidas económicas -tanto por los robos como por los destrozos que se generan- para la gestora pública de la red ferroviaria, ADIF. Pese a las medidas que se han adoptado últimamente, la problemática continúa y la búsqueda de los ladrones también. En el mes de febrero, los Mossos d’Esquadra detuvieron, a la altura de Sant Vicenç dels Horts, a tres hombres acusados de robar hasta 500 kilos de cobre, en el Baix Llobregat, a la concesionaria de la línea del AVE. Media tonelada de cobre que suma un valor aproximado de 3.000 euros.

Los ladrones se siguen jugando la vida en las vías por el mercado del cobre, ajenos a los peligros que comporta. Precisamente en Sant Vicenç dels Horts hace menos de cuatro un joven de 23 años murió tras recibir una descarga eléctrica cuando trataba de robar el cobre de una central transformadora en la ciudad del Baix.

13 de mayo de 2014||