Entre los estrenos, destacaremos dos que se ocupan de mirar fijamente a ese pez muerto en la pecera del salón que es en ocasiones un matrimonio, y cada uno de ellos lo hace desde un género diametralmente opuesto y de un estilo aún más lejano. “Perdida”, de David Fincher, y “Sueño de invierno”, de Nuri Bilge Ceylan.
Carlos Boyero considera en su comentario de El País a Fincher como el heredero de Hitchcock… Repasa algunos de los detalles sórdidos y brillantes de la trama… Y concluye que “sabiendo que no he visto una obra maestra, descubro que no me he desentendido ni un momento de lo que ocurre en la pantalla durante casi dos horas y media. Y eso lo consigue el talento de Fincher”.
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