Club Ciclista Sant Boi: Más de 100 años a ritmo de pedal

Sant Boi es una ciudad peculiar en lo que a prácticas deportivas se refiere. Obviamente, fútbol y básquet tienen su sitio y aquel que lo desee encontrará instalaciones y equipos en los que jugar. Pero Sant Boi va mucho más allá de la tradicional hegemonía bipolar, con un amplio abanico en lo polideportivo con deportes destacados como el ciclismo.

La afición al pedal en la ciudad cuenta con una historia de más de 100 años desde que en 1913 se fundó la Agrupació Ciclista Santboiana después de que el municipio acogiera la II Festa de la Roda de Cataluña. A pesar de lo convulso de los tiempos, las bicicletas siguieron rodando en las calles de la ciudad y la Agrupació evolucionó hasta convertirse en el actual Club Ciclista.

Su base, sin embargo, sigue siendo el cicloturismo, los encuentros periódicos de los aficionados a la bicicleta que deciden hacer una determinada ruta. Se cuentan tiempos y se lleva una clasificación para que, a final de temporada, haya un ganador. “Pero nunca se deja a nadie atrás, hay reagrupamientos durante las rutas para que todo el mundo pueda disfrutar de las jornadas” aclara el Presidente del Club, Jesús Ruiz. Además, los corredores siempre cuentan con un buen almuerzo al final del camino terminar la jornada.

“El cicloturismo es una de las bases del club, pero tenemos dos pilares más: la escuela de ciclismo y la organización de competiciones”, explica Jesús. “La escuela es la más antigua de Cataluña y, además, somos los que contamos con más corredores de base a nivel nacional con 88”, comenta con orgullo, “los juveniles son nuestro equipo estrella: corren por toda España, vueltas por etapas, jornadas… pero tampoco hay que olvidarse de los cadetes, que también se mueven por todo el territorio” añade.

Lo que tiene más mérito, sin embargo, es el hecho de que todos los miembros de los distintos equipos salgan de la cantera. El Club está abierto a todo aquel que quiera probar y anima a los niños a aficionarse a la bicicleta desde pequeños. “La filosofía es que la bicicleta sea un juego para ellos en las categorías inferiores. Les tratamos de inculcar valores y, además, les enseñamos a circular” expone Jesús. A esto ha ayudado enormemente la construcción del Parc Ciclista de la ciudad que, desde hace cuatro años, facilita que los padres se decidan a apuntar a sus hijos al Club. Tener un espacio sin coches donde practicar y entrenar es una de las explicaciones al crecimiento de las inscripciones.

Oportunidad para competir
A pesar de todo, la bici no es un juego perpetuo y, cuando cumplen los 13 años, se valora quien cuenta con más cualidades para que pase a formar parte de los equipos que entran en competición. “No cualquiera vale. No solamente miramos por lo físico o técnico, la actitud es fundamental. Para poder competir en ciclismo hay que ser muy responsable, hay que cuidarse mucho y ser consciente de lo que se puede o no puede hacer”, sentencia el Presidente. Uno de los corredores del equipo, Pol Hervás, de 17 años, distingue entre dos maneras de entender el ciclismo: “Aquel que compite debe dedicar más horas, sufrir más, cuidar su alimentación, evitar algunas salidas con amigos, cuidar el sueño… para el que pedalea por diversión esto puede parecer excesivo, pero una vez estás dentro del ciclismo y te sientes plenamente realizado no te importa tener que sacrificar algunas cosas.”

Estos sacrificios pueden llevar a una recompensa al final del camino. El mismo Pol ha sido seleccionado a nivel catalán junto con otros miembros del Club Ciclista Sant Boi. Desde el Club se trabaja para que se les abran las puertas del profesionalismo pese a la dificultad que supone contar solamente con un equipo español en el circuito mundial. A pesar de esto, la ilusión de los chicos les da fuerza a las piernas. “Me gustaría vivir del ciclismo y dedicarme completamente. Esta es mi última temporada de juvenil, así que el año que viene competiré contra élites. Tengo claro que debo hacer las cosas bien, conseguir resultados a nivel nacional y seguir progresando como corredor”, sentencia Hervás.

Competiciones propias
Igual que no afecta a los corredores, la estrecha puerta al profesionalismo tampoco influye en el Club, que llega a organizar hasta cuatro competiciones al año, con todo el trabajo logístico que conlleva. La más destacada es la Berga – Sant Boi o Cursa Ciclista del Llobregat, para categoría juvenil, que sigue el curso de todo el río desde hace 35 ediciones. Saliendo de Navàs para acabar en Sant Boi, este año la carrera puntuará para el Campeonato de España contando con lo más destacado del ciclismo nacional.

La inclusión de la Cursa Ciclista del Llobregat en el circuito estatal indica la buena salud del ciclismo en la comarca. “El Prat, Sant Vicens dels Horts, Sant Joan Despí i Castelldefels organizan competiciones ciclistas sin tener una escuela, son clubes exclusivamente cicloturistas. Lo hacen simplemente para promocionar el ciclismo y, junto con Sant Boi, conforman el circuito del Campionat Comarcal del Baix Llobregat” expone Jesús para ejemplificar la presencia del deporte en las distintas ciudades. III