“En Cataluña estamos bien en ciencia, pero en innovación estamos flojos”, ha reconocido este jueves Xavier Torra, presidente de Eurecat, que agrupa a los centros tecnológicos catalanes, durante su conferencia en el Foro FemLlobregat de Aeball. El especialista en innovación, ha abundado en las carencias catalanas, porque “hay poca inversión por parte del Govern de la Generalitat”. Todo lo contrario que ocurre en el País Vasco, comunidad que hace casi diez años que agrupó sus centros tecnológicos, lo que ahora ha hecho Cataluña con Eurecat. Pero aún hay más diferencias, ha subrayado Torra: “mientras la economía del País Vasco es 2,5 más pequeña que la catalana, su gobierno destina a innovación un presupuesto seis veces más grande que la Generalitat”.
A preguntas de los empresarios y directivos del Baix Llobregat y L’Hospitalet, el responsable de Eurecat ha explicado que no se plantea abrir un centro en el Baix Llobregat “a pesar de ser una comarca con una colosal densidad económica”. La institución, que es fruto de la fusión de los centros tecnológicos creados en Cataluña, tiene diez sedes corporativas, nueve de ellas repartidas por toda la comunidad (Barcelona, Mataró, Cerdanyola, Reus, Manresa, Amposta, Lleida, Girona, Canet) y otra en Salvador (Brasil). A su juicio, “primero debemos saturar y optimizar las instalaciones que ahora tenemos antes de pensar en nuevas sedes”.
Torra ha explicado que Eurecat, que el año pasado facturó 43 millones y este ejercicio prevé alcanzar los 60, dirige su actividad a todos los sectores empresariales pero, en especial, a siete grandes ámbitos estratégicos: Alimentación, Energía y recursos, Sistemas industriales, Industrias basadas en el diseño, Industrias relacionadas con la movilidad sostenible, Industrias de la salud e Industrias culturales y basadas en la experiencia. Un equipo multidisciplinar y plurinacional formado por científicos y tecnólogos trabaja en más de 160 proyectos de I+D aplicada, “orientados a la adquisición de nuevos conocimientos para su transferencia a aplicaciones y soluciones específicas que cubran las necesidades del tejido industrial”. Trabajan en tres áreas tecnológicas básicas y transversales: industrial, digital y biotecnología.
País Vasco, la referencia
Eurecat es el gran proveedor de tecnología industrial de Cataluña, ofrece al tejido empresarial servicios de I+D aplicada, servicios tecnológicos, consultoría tecnológica, formación de alta especialización, desarrollo de productos y servicios innovadores, y promoción y difusión de la innovación tecnológica. Tecnalia es su homónimo del País Vasco y factura 103 millones anuales, casi el doble que el catalán, pero todavía muy lejos de Fraunhofer (Alemania), cuyos ingresos superan los 2.115 millones de euros.
El experto también ha subrayado que Cataluña es “muy rica en iniciativas individuales, pero pobre en unirse para adquirir más peso y más masa crítica”. En Cataluña hay 230.000 empresas, una cantidad que Torra califica de “brutal”, dado que su masa laboral es de microempresa, por lo que ha insistido en que “adquirir tamaño es imprescindible”, dado que el porcentaje de innovación es bajo porque las pymes innovan poco y las micro aún menos.
La falta de tamaño es lo que ocurría también en materia de centros tecnológicos en Cataluña hasta que se fusionaron en Eurecat. “En un mundo globalizado, el tamaño es importante, porque determina el éxito o fracaso”, asegura Torra. Para su presidente, “el sentido de Eurecat es lograr más masa para conseguir más eficacia para las empresas”. La institución recibe fondos de la Generalitat para ciertas investigaciones de materias que no están a punto para entrar en el mercado; “son tecnologías cuyo retorno no es suficientemente seguro”, asegura. También se financia de fondos europeos y de las empresas que encargan trabajos tecnológicos específicos.
Conocimiento práctico
Eurecat está focalizado a corto plazo, en un horizonte medio de tres años, “porque las tecnologías se quedan obsoletas muy pronto”. No es el caso de las universidades, que trabajan a más largo plazo. En el caso de Eurecat, su habilidad se centra “en ayudar a las empresas, como fondo de conocimiento, para transformarlo en una cosa práctica”, dado que “si no se innova, las empresas no son competitivas y su valor añadido se evapora como el éter”.
Eurecat es una institución que su presidente afirma “no tener amo”, por lo que requiere de una gobernanza de contrapoderes. El primero es su personal, más de 600 profesionales, seguido de un patronato integrado por un sudoku de empresas grandes y pymes, procedentes de todos los sectores y territorios. Otro “contrapoder” es el comité científico “que evalúa dónde estamos para ir autodestruyéndonos desde la perspectiva de la destrucción creativa”. Por último, está el comité institucional y las comisiones territoriales y sectoriales.
Reduce riesgo y costes
Eurecat ayuda a las empresas “a ser más disruptivas, reduciendo el riesgo y los costes para ganar competitividad y rapidez”. También ayudan a cambios de modelo de negocios. En este punto, Xavier Torra ha puesto el ejemplo de una empresa de motores que se ha convertido también en una empresa de servicios. En su intervención, el presidente de Eurecat ha enumerado algunos casos de éxito de la intervención de la institución, como el equipo de electrocardiograma más pequeño del mundo y sin cables, o un Laboratorio B. Braun para hacer formulaciones de diferentes hilos para impresoras 3D. Otros casos son Roadmap 4.0 para ayudar el pase a la industria 4.0, “que requiere un cierto diseño de posibilidad”, una iniciativa que asesora tecnológicamente para la transición de la empresa hacia la cuarta revolución industrial, a partir de un conocimiento profundo de los procesos productivos y el análisis ingente de datos”.
Otra aplicación son los drones y vehículos no tripulados, con los que, por ejemplo, se revisan las cloacas de Barcelona, y en turismo se aplican casos de big data. En nutrición y salud, los nuevos materiales ligeros, plásticos funcionales en electrónica impresa y la realidad virtual y aumentada, además del audio en tres dimensiones, son otras experiencias de éxito de Eurecat.
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