Combatir lo inesperado: la lucha contra la muerte súbita

Reconocer la situación y avisar a los servicios de emergencias. Realizar maniobras de resucitación cardiopulmonar para ganar tiempo. Desfibrilación temprana y recuperación del ritmo cardíaco. Soporte vital avanzado y cuidados post-resucitación.

Estos son los cuatro pasos básicos a seguir en una situación de parada cardiorespiratoria, una de las causas más frecuentes de muerte súbita en Europa con unos 700.000 afectados al año, cerca de 4.000 en Catalunya y 35.000 en España. Una actuación correcta y a tiempo consigue entre un 49 y un 75% de supervivencias, pero hay que actuar durante los 5 minutos posteriores a la parada. Por cada minuto que pase un afectado sin ayuda se reducen sus posibilidades de supervivencia entre un 7 y un 10%.

La muerte súbita es una forma de muerte natural que en más del 80% de los casos tiene un origen cardíaco. “Es una muerte inesperada en el tiempo que puede afectar a una persona con o sin antecedentes de problemas cardíacos”, explica el Doctor Josep Brugada, cardiólogo en el Hospital Clínic y en Sant Joan de Déu. “Puede haber síntomas como palpitaciones, mareos o dolores torácicos” expone el Doctor Miquel Gómez, cardiólogo del Parc de Salut Mar. “Sin embargo, siempre va precedida por una pérdida de conocimiento de la que el afectado no se recupera y, en el 80% de los casos la muerte es resultado de un infarto de miocardio” sentencia el Doctor Brugada.

El origen, sin embargo, puede ser muy diverso. “La fibrilación ventricular puede ser resultado de un problema de origen genético, una hipertrofia en el corazón, un virus o una miocarditis, entre otros“, aclara José Durán Cabello, presidente de la Asociación Española Contra la Muerte súbita José Durán #7. La Asociación nació en El Prat en 2009 a raíz de la muerte de José Durán a los 15 años. Su familia decidió crear la entidad con el fin de informar sobre la muerte súbita, promover su investigación, dotar de desfibriladores y de la asistencia médica necesaria los espacios públicos y para dar apoyo a las los afectados.

Gracias a ellos, muchos centros deportivos de todo el Estado español ya cuentan con desfibriladores, y se quiere conseguir que se conviertan en un equipamiento urbano más de las ciudades. Además, también se trabaja para dar formación sobre cómo actuar ante un caso de muerte súbita a todo aquél que quiera. “Hemos donado en Hospitalet, Cerdanyola, Sabadell, Torelló… Todos los centros deportivos del Prat ya tienen un desfibrilador y queremos que también los colegios cuenten con uno. Además, hemos conseguido poner aparatos en todos los barrios de Barcelona”, cuenta Durán Caballero, que situa la formación a policías o miembros de protección civil como otro de sus ámbitos de trabajo.

La prevención es, sin embargo, la principal lucha para la asociación. “Lo que buscamos es que la gente conozca el problema y actúe, haciéndose revisiones médicas y electrocardiogramas”, afirma el presidente. Cualquier miembro de la sociedad puede verse afectada por la muerte súbita, explica el Doctor Brugada “La obesidad, el tabaquismo o la mala alimentación son factores de riesgo que pueden llevar a la muerte súbita”. Aquellas personas con antecedentes de muerte súbita en familiares de primer grado, con cardiopatías conocidas o hipertensión también pueden sufrir un paro repentino añade el Doctor Gómez. Sin embargo, también las personas que llevan una vida saludable se pueden ver afectadas.

Precisamente los deportistas son los que más visible hacen el problema de la muerte súbita. Casos como el de Antonio Puerta o Dani Jarque sacaron a la luz la necesidad de controlar y comprobar la salud cardíaca de todo aquel que practique deporte. “El deporte mejora la salud cardiovascular, pero hay que ser consciente que un incremento de la actividad deportiva y una práctica sin prevención puede ser el causante de la muerte súbita. Llevar el cuerpo al extremo sin saber cómo se está físicamente es peligroso”, sentencia el Doctor Gómez.

Prevenir es siempre la mejor receta
Prevenir una parada cardiorespiratoria en un deportista pasa por conocer su estado físico. “A partir de un examen completo y un electrocardiograma ya se puede saber si hay riesgo de muerte súbita, aunque en casos de deportistas de élite son necesarias un número mayor de pruebas”, expone el Doctor Brugada. El problema, sin embargo, es que este tipo de pruebas todavía no son obligatorias a niveles federativos, aunque se trabaja para que esto cambie en breves tomando como ejemplo el modelo italiano, donde no se permite realizar ninguna práctica deportiva sin reconocimiento médico oficial.

De manera paralela, también se busca que la ley obligue a implantar desfibriladores en todos los recintos deportivos. “Se llegó al senado con una Iniciativa Legislativa Popular, pero finalmente el Parlamento solo puso un anexo en la ley del deporte en la que indica que la desfibrilación en la calle es beneficiosa y decidió delegar la competencia a las autonomías”, narran desde la Asociación. Esto ha provocado una fuerte desigualdad entre territorios, siendo Catalunya el más concienciado gracias al trabajo de colectivos como el José Durán #7 y llegando a situar Girona como la ciudad mejor cardioprotegida de Europa. III