Luis Suárez no lo tuvo fácil en su llegada a Barcelona, principalmente, porque llegó con un entorno mediático todavía pendiente del mordisco del mundial que le obligó a estar hasta enero sin jugar con el F.C. Barcelona. Castelldefels, como no, ciudad con la mayor comunidad uruguaya de Cataluña y España, fue la elegida al igual que en su momento lo haría Messi. De hecho, Suárez se compró una finca de tres millones de euros justo en frente de la mansión del argentino.
La amistad entre ambos y la admiración de Suárez hacia el argentino ha llegado hasta el ámbito privado. En un amplio reportaje de Diariogol, el digital relata como Suárez se ha hasta copiado en las reformas de su nueva casa en la zona montañosa de Castelldefels. Mismos materiales, mismos colores que han reformado íntegramente la mansión. Los parecidos también se pueden observar desde el exterior empezando por la eliminación de los tejados, y pasando por los altos muros y la colocación de altos árboles para mantener la privacidad. De hecho, ambas casas estarán equipadas, según Diariogol, de los mejores sistemas de seguridad. “Hasta las piscinas tienen similitudes”, explica el digital, en un paralelismo que llega al extremo de llevar a los hijos al mismo colegio.
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