La nueva Terminal 1 del Aeropuerto y la desalinizadora, ambas infraestructuras en El Prat, empezaron a funcionar en 2009. El 2 de mayo se abrieron las puertas de la Ciudad de la Justicia de Barcelona y de L’Hospitalet, de 200.000 metros cuadrados. La nueva ciudad judicial significó el traslado de los antiguos juzgados de L’Hospitalet.
Este año se pusieron en marcha una serie de servicios que mejoraron sin duda la calidad de los vecinos del Baix Llobregat y L’Hospitalet. Una nueva terminal del aeropuerto de Barcelona-El Prat, la inauguración de la Ciutat de la Justícia de Barcelona i L’Hospitalet o la puesta en marcha de una desalinizadora en El Prat fueron algunos de los más destacados.
El 16 de junio, los entonces presidentes del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, el president de la Generalitat, José Montilla, y el ministro de Fomento, José Blanco, inauguraron la Terminal 1 del aeropuerto de Barcelona-El Prat. Conocida anteriormente como Terminal Sur, y con una superficie de 500.000 metros cuadrados, el arquitecto Ricardo Bofill Levi diseñó esa terminal con el objetivo de paliar el déficit de espacio que padecía el aeropuerto. Con esta nueva infraestructura, es posible un trasiego de 55 millones de pasajeros al año y 90 operaciones por hora. Entre algunas de las cifras que se ofrecieron, destacan: 258 mostradores de facturación, 50 fingers o pasarelas de acceso a los aviones, 15 cintas de equipaje y 12.000 plazas de aparcamiento.
LH: capital judicial
Otro momento importante fue la inauguración de la Ciudad de la Justicia de Barcelona y L’Hospitalet el 2 de mayo, con jornada de puertas incluida para todos los que quisieron acercarse. Las obras del complejo judicial de más de 200.000 metros cuadrados se iniciaron en 2003 y supusieron un inversión de más de 300 millones de euros. El nuevo equipamiento consta de seis edificios destinados a los juzgados, oficinas judiciales, sales de vistas y archivos, además de la Fiscalía Superior de Cataluña. También se prestan allí servicios de atención a las víctimas y hay espacios para el Col·legi d’Advocats de Barcelona y el Instituto de Medicina Legal. Hasta el 26 de octubre estaban previstas unas 29 operaciones de traslado.
La puesta en marcha de la desalinizadora de El Prat fue otro de los proyectos estrella de la comarca. Inaugurada el 20 de julio, la planta de halla muy próxima a la desembocadura del río Llobregat y presta servicio a unos 4,5 millones de habitantes. Esta obra puede llegar a producir 200 millones de litros al día, lo que supone aproximadamente un 24% del consumo de agua de toda el área metropolitana de Barcelona.
El objetivo de esta infraestructura, que supuso una inversión global de unos 220 millones de euros, pagados en un 75% por el Fondo de Cohesión de la Unión Europea, tenía como finalidad una mejora de la calidad del agua y una liberación para los pantanos de la zona. III
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