Nos encontramos en la recta final del mandato municipal, apenas tres meses quedan para las próximas elecciones municipales, y el gobierno municipal de Castelldefels trata de apresurarse a hacer todo lo que no ha hecho durante cuatro años, encargando faraónicos proyectos que hipotecarán el futuro de nuestra ciudad.
Después del fracaso del proyecto de supresión de un sentido de circulación en la Avenida Pineda, y gastarse más de 2 millones de euros en un carril bici, el gobierno encarga un nuevo proyecto de prolongación que costará millón y medio de euros más, por lo que el proyecto completo de la Pineda estará por encima de los 3,5 millones de euros.
Mientras, tratan de anunciar a bombo y platillo la reforma urbanística de la Avenida Constitución, que costará, nada más y nada menos, 8,2 millones de euros y que incluirá un nuevo carril bici.
Nos preocupa que se vaya a suprimir todo el aparcamiento de esa calle, mínimo unas 200 plazas, y se tendrán que desplazar las zonas de carga y descarga y los contenedores de basura a las calles adyacentes, lo que aumentará, aún más, la pérdida de plazas de aparcamiento.
Una medida que perjudicará a los vecinos y a los comerciantes de la zona, ya que, actualmente, quedan pocos espacios para aparcar en el centro de la ciudad. Esta obra de última hora no ha tenido ninguna participación ciudadana, y nuevamente se ha decidido en los despachos ajenos a las necesidades de los vecinos.
Por otro lado, el gobierno firma un convenio para construir 70 pisos en la zona del Castillo que afectará a uno de los entornos naturales más importantes que tenemos. Se obvia el amplio rechazo ciudadano que el proyecto ha generado. Estamos convencidos que hay alternativas para construir esos pisos en otros lugares de la ciudad sin dañar nuestro entorno natural.
Al festival de gasto público se la une la construcción de una nave industrial que costará más de 3 millones de euros para albergar los camiones de la limpieza en la carretera de la Sentiu, justo a la entrada del parque natural y frente a una zona de colegios, en vez de ubicarla en zonas más adecuadas como podría haber sido el polígono industrial.
Todo es premura y prisas. Gastar el dinero de los vecinos para atribuirse mérito electoral. Gasto inútil en muchos casos, como por ejemplo los 15.000 euros gastados en una encuesta municipal. El colmo es que hace apenas un año se gastaron otros 15.000 euros en otra encuesta. Además, como el resultado político no es del agrado del gobierno, la han ocultado durante dos meses. ¿Por qué no explican a los vecinos que según sus propias encuestas el PP ganaría las próximas elecciones municipales? Un dato que han preferido ocultar a la ciudadanía…
Mientras tanto, otros seguimos al servicio de los vecinos, escuchando sus propuestas e impulsando proyectos que cuenten con su opinión con la esperanza y la ilusión puestas en las próximas elecciones municipales.