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Castelldefels no es racista
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Castelldefels no es racista

Por Francisco J. Rodríguez
viernes 05 de abril de 2019, 12:19h

Reconstruimos la pelea entre jóvenes de la ciudad y los menores extranjeros | Mossos descarta la motivación racial aunque reconoce insultos xenófobos al día siguiente | En el municipio conviven actualmente en paz más de un centenar de nacionalidades

Tras un mes en el que se ha hablado mucho sobre los incidentes relacionados con los menores extranjeros no acompañados que se alojaban en la casa de colonias de Cal Ganxo de Castelldefels, las pesquisas de la policía están llevando la investigación hacia otros derroteros. Si en un primero momento se habló de ataque racista al albergue, poco a poco esta tesis pierde fuelle a tenor de los testimonios.

De hecho, fuentes de Mossos explican a El Llobregat que hay que diferenciar entre los hechos del sábado 9 de marzo por la noche y los que ocurrieron un día después, el domingo 10 por la tarde. El primer incidente tuvo lugar tras una pelea entre jóvenes de la ciudad, que estaban con sus coches haciendo botellón en las inmediaciones de Cal Ganxo, y un grupo de menores extranjeros del albergue. La negativa de los jóvenes locales a darles tabaco y alcohol y algunos supuestos comentarios a las chicas del grupo, habría acabado en lanzamiento de piedras por parte de los menores extranjeros. La tensión habría ido en aumento hasta que los jóvenes de Castelldefels se acercaron al centro a buscar su particular venganza. Fuentes policiales explican que no se trató de un asalto muy violento y que las heridas que sufrieron los monitores y otro menor no revistieron gravedad. Unos hechos que supondrían delitos leves de daños, coacciones y lesiones.

Cosa distinta sería el día siguiente, cuando unas 60 personas se desplazaron a Cal Ganxo a protestar. Una concentración en la que sí se habrían proferido insultos racistas y que sí que encajaría en la tipología de delitos de odio. La cuestión, explican fuentes policiales, es determinar quién dijo qué. Sea como sea, la investigación sigue adelante a falta de que la jueza se pronuncie.

Miranda: “No nos cuadra la motivación racista”

Pese a ello, desde la Dirección General de Atención a la Infancia y la Adolescencia de la Generalitat (DGAIA) mantienen que se trató de un ataque de tintes “xenófobos”.

No obstante, quien también duda del origen racista del incidente es la propia alcaldesa, María Miranda. “No nos acaban de cuadrar las motivaciones racistas”, declara a El Llobregat, ya que en el grupo de jóvenes que subieron a Cal Ganxo a reprender la actuación de los menores allí alojados había sudamericanos y marroquíes, explica. No obstante, evita hacer más apreciaciones a la espera del resultado final de las investigaciones.

De todas formas, Miranda condena enérgicamente ambos incidentes y afea el comportamiento del PP, al que acusa de usar el tema de los menores extranjeros como arma política. “La seguridad es un tema sensible y hacer campaña genera un clima de preocupación”, critica Miranda. El partido aludido esgrime los datos del ministerio del Interior que indican un repunte de la delincuencia en la ciudad y considera, también, que el asunto del Cal Ganxo se ha politizado, aunque en el sentido contrario, desde la izquierda. Así lo explica el portavoz del PP, Manuel Reyes, que condena los hechos pero coincide en no ver más que una pelea ente jóvenes “sin motivaciones racistas”. Miranda, por su parte, reconoce el repunte de los delitos, pero los desvincula de la llegada de los menores extranjeros a Castelldefels, así como Reyes, que vería necesario hacer un análisis profundo para llegar a dicha conclusión.

Quien también censura la actuación de los populares es ERC. “Los últimos mensajes del PP sobre ‘Tolerancia cero’ buscan vincular inmigración y nueva ciudadanía con delincuencia”, sostiene la regidora republicana Lourdes Armengol, que mantiene que tanto los hechos del sábado 9 de marzo, como los del día siguiente y la contramanifestación en la plaza de l’Església “fueron premeditados y coordinados” y de carácter “racista”. Sobre los menores extranjeros, Armengol considera “lamentable” que se les haya querido vincular con diferentes actos vandálicos en la ciudad “solo para sacar rédito electoral”.

“Castelldefels ha sido siempre una ciudad de acogida”, sostiene la primera teniente de alcalde Candela López, que recuerda que la ciudad alberga más de un centenar de nacionalidades, la que más de toda la comarca. Además, explica que hay que ir con cuidado a la hora de decir que los jóvenes de la ciudad involucrados en la pelea son racistas, y aboga por trabajar la convivencia. III

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