Una vecina de LH y su pequeño se plantaron ante el consistorio tras ser desahuciados.
Ingrid es una vecina de L’Hospitalet que ha sido desahuciada dos veces en un año. A la segunda, decidió quedarse en la calle, en concreto en la plaza del Ayuntamiento, acampada con su hijo de seis años ante el edificio consistorial, para exigir soluciones. Eso fue a finales de julio, después de que la echaran de un piso de Kutxabank que llevaba dos años vacío y que había ocupado con la ayuda de la Plataforma de Afectados por la Hipoteca (PAH). A partir de ese momento, decidió plantar la tienda de campaña ante el consistorio y luchar por un techo para su hijo. Y allí estuvo hasta principios de octubre, cuando la Obra Social de la PAH le proporcionó una solución momentánea a su situación. Más de 60 días en la calle durante los cuales aguantó el calor y las lluvias torrenciales que azotaron la comarca a finales de verano, pero también recibió la solidaridad de vecinos y algunas entidades.
La historia de Ingrid arranca, no obstante, meses atrás, cuando fue desahuciada de un piso de Santa Eulàlia en el que vivía de alquiler junto con su hijo. El aumento de la cuota mensual y una pérdida de trabajo posterior, explica la PAH, crearon una tormenta perfecta que le impidió hacer frente al pago de la vivienda, de donde fue desahuciada. Fue entonces cuando esta mujer de origen venezolano recurrió a la PAH, que negoció un alquiler social de un piso de Kutxabank que llevaba vacío un par de años y que ocuparon para que se alojara esta familia monoparental.
“De aquí no me muevo hasta tener una solución”
Los intentos de negociación fracasaron y a finales de julio Ingrid se vio de nuevo en la calle. Fue entonces cuando decidió, con la ayuda de los miembros de la PAH de L’Hospitalet, acampar a las puertas del consistorio hasta que no se arreglara su situación. Sesenta y seis días de protesta durante los cuales ha recibido el apoyo de algunos vecinos y entidades. Sin ir más lejor, a finales de septiembre su hijo Justin hizo los seis años. Para celebrarlo, se organizaron una serie de actividades festivas y de apoyo a esta madre coraje, como talleres, juegos, una paella y charlas, con la participación de grupos como el Folcat Diabòlic.
El día anterior a la fiesta de cumpleaños de su hijo recibió la visita de Jordi Pesarrodona, por entonces regidor de Cultura de Sant Joan de Vilatorrada y famoso por apostarse al lado de un agente de la Guardia Civil con una nariz de pallaso, en protesta por las detenciones y registros del 20 de septiembre de 2017 en la consejería de Economía de la Generalitat, y ser imputado posteriormente por un delito de odio y de resistencia grave a la autoridad. Pesarrodona consideró la situación de Ingrid como “denigrante” e hizo un llamamiento para solidarizarse con los que han sufrido un desahucio y se han quedado sin un hogar.
Las soluciones que propuso el Ayuntamiento
Por su parte, desde el Ayuntamiento de L’Hospitalet se adujo que habían ofrecido soluciones para Ingrid, como facilitarle un alojamiento durante unos días en una pensión o una ayuda para satisfacer el pago de un alquiler de 200 euros, tal y como detallaron fuentes de la PAH, aunque la familia lo rechazó, alegando que con ese apoyo no se garantizaría que en un futuro próximo la situación pudiera desembocar en otro desahucio. Además, acusaron al Ayuntamiento de estar incumpliendo la Ley 24/2015, de medidas urgentes contra la emergencia en el ámbito de la vivienda y la pobreza energética.
Días de angustia
Finalmente, a principios de octubre Ingrid levantaba el campamento. La Obra Social de la PAH le había encontrado otra vivienda como solución momentánea a su situación y poder negociar para alcanzar un alquiler social. “Voy a estar tranquila, han sido 66 días de lluvia, angustia, sol, psicológicamente cansada, agotada, agobiada”, explica Ingrid, que reconoce haber visto “todo lo malo”, pero también “parte positiva” que le ha ayudado a seguir hasta el día 66.
Precisamente a finales de septiembre el Pleno de L’Hospitalet aprobó establecer un recargo del 50% del IBI para los pisos de grandes tenedores y bancos que lleven vacíos más de dos años -como el de Kutxabank que habilitaron para Ingrid tras su primer desahucio-. Esta medida esta incluida en la aprobación inicial de las ordenanzas fiscales.
Según datos del Consejo General del Poder Judicial correspondientes al segundo trimestre de este año, en España se producen 162 desahucios diarios.