La Fundació per a la Conservació i Recuperació d’Animals Marins (CRAM) ha liberado 12 tortugas bobas (Caretta caretta) esta mañana en la playa de Castelldefels. Los animales, nacidos en 2018, habían vivido en cautividad y con todos los cuidados hasta ahora.
La introducción en el medio marino de las tortugas se ha realizado con las medidas de seguridad pertinentes para facilitar su entrada en el mar sin molestias. Se han liberado en dos grupos de seis a escasos metros del agua, para que recorrieran el último tramo desplazándose por la arena.
El conseller de Territori i Sostenibilitat, Damià Calvet, el alcalde accidental de Castelldefels, Jordi Maresma, y el presidente de la Fundació CRAM, Josep Lluís Pal, han asistido al acto, que, en concreto, ha tenido lugar en la playa del Baixador. En octubre del año pasado, ya se encontró un nido de este animal en el litoral castelldefense.
Las tortugas bobas tienen una esperanza de vida que pueda llegar hasta los 67 años y habitan en aguas costeras poco profundas de los océanos Atlántico, Índico y Pacífico y del mar Mediterráneo. Es poco común que aparezcan en playas, excepto en la época de anidación.