Más de 20 entidades y 500 vecinos rechazan el proyecto de construcciones urbanísticas propuesto por el ayuntamiento y reclaman un proceso de participación ciudadana real.
“El pueblo unido jamás será vencido”. Y es lo que intentan demostrar los ciudadanos de Olesa de Montserrat a su ayuntamiento. Cerca de 600 personas, con el apoyo de varias entidades, rechazan el Pla d’Ordenació Urbanística Municipal (POUM) que propone el consistorio. Afirman que “no se puede repetir el mismo modelo urbanístico de cemento y ladrillo” y que ese plan no preserva el interés de la comunidad. Además, reclaman que el gobierno municipal inicie un proceso de participación ciudadana real que incluya a todos los barrios.
La actual propuesta de POUM supondrá la construcción de la Ronda norte, 250 chalés de lujo y la transformación de un barrio “ghetto” a la Central. Los vecinos y vecinas se niegan a esta proposición y plantean la elaboración de un nuevo plan con el objetivo de responder a las necesidades de las personas y a mejorar la convivencia con la naturaleza que rodea el municipio. La Plataforma Olesa Es Mou (POEM) remarca que les “importan muchísimo las condiciones de vida” y exigen “servicios públicos y de calidad”.
Y el frente vecinal arrolla a los apoyos conseguidos por el ayuntamiento. El consistorio municipal no consiguió hacer participar ni a cien personas, a pesar de haber invertido miles de euros y haber contratado a una gran empresa. El frente vecinal se ha unido y ha tejido una red amplia y plural de entidades más el apoyo de 550 olesanos y olesanas. Actualmente hay 6 asociaciones vecinales, 10 colectivos sociales y 4 formaciones políticas que apoyan la causa. Este soporte colectivo se ha conseguido mediante varias reuniones con asociaciones y grupos sociales que, inicialmente, desconocían el POUM y no habían participado en su proceso.
Más fuerte que nunca
Gracias al trabajo incansable de los ciudadanos de Olesa durante el último año, la negativa al POUM resuena en la ciudad más fuerte que nunca. Los vecinos y las entidades que apoyan la causa han sufrido varios boicots para frenar su éxito, pero ni las circunstancias más adversas han podido con ellos. Se han organizado grupos de trabajo para tratar de abarcar el máximo posible, desde las futuras amenazas urbanísticas, la defensa de la naturaleza o la cultura en los barrios. Al ayuntamiento se le acaban las opciones y deberá plantearse un nuevo POUM que incluya a los ciudadanos de Olesa.