Los tres municipios lideran la búsqueda de la sostenibilidad total a largo plazo en el territorio potenciando la emergencia climática, la transición energética y la economía circular.
Construir un futuro mejor es cosa de todos y para lograrlo es necesario remar en la misma dirección, y el Baix Llobregat y L’Hospitalet son un buen ejemplo de que cuando se actúa al unísono las cosas funcionan y se puede tener esperanza en que la emergencia climática será un aviso de algo que no acabe sucediendo.Tal vez por eso existe en el territorio el convencimiento de que hace falta que desde la acción política y desde las administraciones públicas se ponga todo el empeño en conseguir la sostenibilidad total a largo plazo. Y se tiene que empezar a trabajar duro desde ya mismo.
Aunque todos los municipios -con mayor o menor intensidad- empiezan a sumarse a esta conciencia ecológica globalizada, hay tres municipios que por sus proyectos pioneros se han puesto en cabeza de las actuaciones comarcales: Viladecans, Vallirana y Molins de Rei. Cada una de las tres ciudades se ha especializado en potenciar alguno de los tres pilares de la sostenibilidad: la emergencia climática, la transición energética y la economía circular.
Viladecans es, sin lugar a dudas, un municipio líder en lo que a proyectos de transición energética se refiere. La popularidad del Vilawatt no hace más que crecer día a día. El proyecto energético local aprovecha el sol de la zona para generar suficiente energía fotovoltaica como para abastecer a los edificios y convertirlos en auto suficientes y sostenibles. Y no sólo eso, sino que el Vilawatt genera muchos menos residuos que otro tipo de energía no renovable.
Desde el consistorio municipal también son muy conscientes de la urgencia de actuar contra la emergencia climática o, como algunos la llaman, la “alarma climática”. Este concepto no deja de ser el cambio climático tan discutido en el mundo de la política, aunque innegable en el mundo de la ciencia. Así, desde el Ayuntamiento de Viladecans están reformulando el espacio público de la ciudad. Actualmente su apuesta fuerte es por fomentar el reciclaje, la generación de menos residuos (sobretodo de parte de las empresas) y la movilidad sostenible entre sus ciudadanos. El objetivo del gobierno local es conseguir una transición de la vida actual de la población hacia una más sostenible.
Abastecimiento de agua sostenible
Pero, a pesar del éxito del Vilawatt, el municipio no deja de avanzar. De cara a los próximos años se están planteando nuevos proyectos para encontrar alternativas sostenibles de abastecimiento de agua. Jordi Mazón, físico y climatólogo, profesor de la UPC y teniente de alcalde de Viladecans, propone “parar todas las emisiones de CO2 durante tres días al mes” para compensar el impacto de la vida humana en el medioambiente, aunque asegura que “las decisiones deben ser colectivas para poder conseguir un éxito real”.
Otro municipio del Baix le hace compañía a Viladecans en la transición energética. Vallirana ya ha puesto en marcha diferentes proyectos en los que se incluye la iluminación del espacio público con luces led, facilitar la instalación de placas solares en las terrazas de particulares y están desarrollando un proyecto pionero que utiliza la sabia de los árboles para crear energía y, además, se reduce el riesgo de incendio de las zonas de bosques.
Por último, Molins de Rei es pionero y líder en reciclaje de residuos. Como afirma su alcalde, Xavier Paz, “no hay contenedores típicos, todo se separa en la planta de triaje”. El consistorio local fomenta el uso de materiales reciclados a nivel empresarial e intenta que los negocios sean conscientes de la importancia de reducir los residuos ya sea reutilizando materiales, reparando objetos o mediante cualquier otra estrategia. Molins de Rei pone en el foco de su atención a las empresas ya que cada una de las fases de la economía linear (la actual y tradicional) tiene un gran coste energético y económico y genera residuos. III
Si (
No(
