El movimiento vecinal Ribera-Salines, que nació a mitad del año 2021 para hacer frente a la especulación urbanística del municipio de Cornellà de Llobregat, muestra al público su nuevo huerto comunitario “La Bardissa”.
Este huerto nace como proyecto de huerto colectivo abierto a todo el público y cuenta con una gestión comunitaria en la que el vecindario de Cornellà lleva a cabo todo tipo de actividades de agricultura, medio ambiente y sostenibilidad.
Con esta nueva iniciativa, la plataforma quiere hacer visible el verdadero problema de Ribera- Salines, una zona ubicada en terrenos inundables y con alto valor ecológico, que une el núcleo urbano con el río Llobregat. La zona se encuentra amenazada desde el año 2009 por el Área Residencial Estratégica Ribera-Salines, el plan urbanístico que prevé construir 2.497 viviendas con aparcamiento subterráneo, añadiendo también una nueva estación de ferrocarril y diferentes equipamientos.
El municipio de Cornellà de Llobregat tiene en la actualidad una densidad de población de 12.866 habitantes por km², una de las cifras más altas de la comunidad catalana. Más del 70% de la superficie del municipio se encuentra ocupada por zonas residenciales, industriales o por infraestructuras. Un 8% más de extensión municipal se perdería con la urbanización de Ribera-Salines, reduciendo aún más los espacios verdes de los que peligran en la ciudad, coincidiendo con un área que ejerce de pulmón verde íntegro sin verse afectado del límite del Parque Agrario del Llobregat.
Por otro lado, se prevé que en un futuro proliferen en la comarca planes inmobiliarios que llegarán a afectar alrededor de 1825 hectáreas y 7 millones de m² añadidos. Todo ello construido en un territorio de una elevada presión demográfica y que sufre problemas de contaminación atmosférica y de suelo.
La plataforma quiere cumplir su objetivo de anular el ARE Ribera-Salines y solicita una moratoria urbanística en toda el Área Metropolitana de Barcelona sobre terrenos naturales y agrícolas. Por su parte, el colectivo exige una protección íntegra de la zona como espacio natural y agrícola que es y manifiesta que la actividad agraria es completamente compatible con los espacios de Ribera y con el ocio de la ciudadanía.
Una mayor transparencia en la documentación ambiental, que no se encuentra disponible a nivel público, y en los procesos en los que participa la población, es lo que exige la plataforma vecinal Ribera-Salines. Al mismo tiempo, no descarta un incremento de sus movilizaciones en los próximos meses. III
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