La iniciativa ofrece muros autorizados donde grafiteros, estudiantes y colectivos podrán crear legalmente bajo unas bases de cogestión que incorporan convivencia, seguridad y mantenimiento del espacio público.
‘Murs Lliures’ habilita tramos de muro recuperados de actos vandálicos como lienzos permanentes para la expresión creativa. Los interesados deberán cumplir unas normas mínimas —en fase de elaboración conjunta— definidas por una comisión formada por grafiteros, alumnos de bachillerato artístico, educadores de calle, Policía Local, Servicio de Juventud y otros servicios municipales. De este modo se fomenta el arte urbano responsable y se frena el crecimiento de pintadas ilegales, al tiempo que se dignifica el mobiliario urbano.
El plan municipal contra las pintadas incívicas
La nueva ordenanza de Convivencia y Civismo inspira un protocolo en siete fases:
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Concienciación: campañas informativas en la calle y en centros educativos.
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Detección: agentes cívicos localizan y fotografían pintadas con la app Viladecans Soluciona.
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Registro: todas las intervenciones se documentan en una base de datos.
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Eliminación: la Brigada Municipal borra las pintadas priorizadas.
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Análisis: la Policía Local identifica a los autores mediante pruebas caligráficas.
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Denuncia: se abren procedimientos administrativos contra los infractores.
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Resarcimiento: se promueven alternativas a la sanción, con mediación y proyectos en beneficio de la comunidad.
Con ‘Murs Lliures’, Viladecans apuesta por una cultura del spray artística, colaborativa y segura, que refuerza la responsabilidad antes que la multa.
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