El cementerio municipal de Can Singla ha sido el escenario del acto institucional en homenaje a las víctimas de la Guerra Civil y la represión franquista, celebrado en el marco de la festividad de Todos los Santos. Este evento ha estado marcado por el compromiso colectivo de preservar la memoria histórica y evitar cualquier retroceso democrático. Durante la ceremonia, se destacó que aún queda mucho por reparar en relación a estos acontecimientos trágicos.
Intervenciones destacadas
El regidor de Memoria Histórica de Olesa, Xavier Rota, abrió el acto recordando a las 333 víctimas mortales identificadas en la localidad, así como a aquellos que sufrieron represión, prisión o exilio. Rota valoró la labor de investigación histórica llevada a cabo por ayuntamientos, archivos e investigadores. También hizo hincapié en la presencia de familiares de algunas víctimas, como Angelina Anton, quien fue joven del primer teniente de alcalde republicano asesinado en Abrera, y Marcel Vinarós, que recientemente descubrió que su abuelo es uno de los fusilados enterrados en una fosa común en el cementerio de Abrera.
El alcalde de Abrera, Jesús Naharro, subrayó la responsabilidad institucional de garantizar una memoria “viva y bien explicada”, enfatizando la importancia de ser embajadores de estos valores para que las nuevas generaciones comprendan su historia. Por su parte, el alcalde de Olesa, Marc Serradó, cerró las intervenciones con un mensaje claro sobre la necesidad de sanar las heridas que persisten en muchas familias del país. Anunció además que en las próximas semanas comenzará la exhumación de la fosa común del cementerio de Abrera, un hecho calificado como “histórico y reparador”.
Ofrecimiento floral y reflexiones políticas
Tras los discursos institucionales se llevó a cabo una ofrenda floral ante el monumento conmemorativo por parte del Ayuntamiento de Olesa y otros municipios implicados. Representantes políticos locales también expresaron sus pensamientos sobre el significado del homenaje. Fernando Vicente, del PSC Olesa, destacó que este acto honra a todas las personas fallecidas en la villa y valoró positivamente la creación de un nuevo espacio para el duelo perinatal como apoyo institucional a las familias.
Desde El Bloc, Joan Martínez resaltó la importancia de mantener vivo el recuerdo de un periodo oscuro donde se coartaron libertades. En representación de ERC Olesa, Martí Fortuny mencionó el impacto emocional del evento para aquellos que han podido conocer más sobre sus antepasados represaliados. A su vez, Ferran Cerdeira, desde Junts per Olesa, elogió cómo se ha llevado a cabo toda la conmemoración.
Continuación del homenaje en Abrera
El homenaje continuó posteriormente en el Cementerio Viejo de Abrera. Este año ha sido especialmente significativo ya que será el último acto en este formato antes del inicio previsto por parte de la Dirección General de Memoria Democrática para exhumar una fosa común donde reposan víctimas fusiladas durante 1939. Esta intervención es esperada desde hace décadas por las familias afectadas.
Xavier Menéndez, director general de Memoria Democrática, anunció que las excavaciones se realizarán durante noviembre y diciembre con el objetivo no solo de dignificar a las víctimas sino también para hacer justicia y reparación. Fèlix Figueras recordó que los 22 vecinos fusilados eran inocentes y criticó cómo las instituciones franquistas manipularon los hechos para justificar sus asesinatos.
La voz de las familias
Marcel Vinarós fue uno de los asistentes a ambos homenajes y compartió su experiencia personal al descubrir recientemente la historia trágica de su abuelo y bisabuelo involucrados en estos eventos. La identificación familiar fue posible gracias al trabajo conjunto entre historiadores e instituciones locales. Vinarós expresó su dolor al conocer esta historia oculta pero también reconoció su necesidad para poder avanzar.
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