¿Ser político local obliga a estar peleado con la moda?

En cualquier país sería así, pero en el nuestro no; parece imposible pasar página. Por una razón u otra mezclamos el pasado con el presente y nos olvidamos de que estamos en el siglo XXI, y que lo que sucedió ayer no cuenta, que solo vale el presente y que no está de más sembrar para el futuro, aún a riesgo de no saber dónde y si estaremos.

Este pensamiento tiene que ver con una inauguración a la que he asistido y casi sin querer he estado repasando la vestimenta de los políticos que han participado. Mirándolos me he dado cuenta que es normal que la gente piense que los políticos son todos iguales, porque aunque no sea justo, ni verdad, si es cierto que visten todos iguales.

Estilo versus política
La palabra estilo tiene poco que ver con la clase política, salvo honrosas excepciones, porque todavía estamos acomplejados por nuestro pasado, y muchos de ellos piensan que si le dan importancia a la ropa, a su aspecto, puede que los comparen con políticos de otra época.

Así que no es difícil escuchar, cuando se les pregunta por su indumentaria, la respuesta tan manida de que “la ropa me la compra mi mujer”, o que no le dan mucha importancia a lo que se ponen porque “hay otras cosas más importantes”. En realidad, no hace falta que lo digan, porque se nota, ya que suelen ir hechos unos auténticos adefesios.

Aspecto de pagés
Su “uniforme” va acorde con el partido al que pertenecen y pasa por el clásico traje con corbata a políticos a los que esta indumentaria no les pega nada, porque su aspecto natural de ”pagés” (con todos los respetos a los agricultores) hace que se note que van disfrazados. Y si repasamos los complementos, zapatos y cinturón, el desastre ya es total. Algunos, los más atrevidos, suelen vestir chaquetas y pantalones tejanos sin corbatas, estilo Bertín Osborne, si él lo lleva….

CiU y los democristianos
Los representantes de Convergencia i Unió en el Baix Llobregat, por ejemplo, visten en plan convencional. No se quitan el traje ni para dormir, pero claro, ellos siempre han sido de centro derecha y en sus filas militan empresarios, aunque ahora se empeñen en disimular esta tendencia ideológica dadas sus aspiraciones independentistas.

Duran Lleida, que es democristiano, también suele vestir de traje, pero se ha convertido en un referente porque suele conjuntarse muy bien. Sus corbatas son perfectas, sus gafas a juego impecables, y cuando viste de sport, lo borda. Así que en temas de estilo y elegancia, gana por goleada a cualquier compañero de federación. El otro día, alguien dijo del político democristiano que es cristiano de cintura para arriba y demócrata el resto del cuerpo, o dijo que es convergente de cintura para abajo. ¿Qué habrá querido decir? Habrá que preguntarle.

“Look” Che Guevara
Muchos de los líderes los partidos de izquierda se quedaron anclados en los años sesenta. Algunos siguen todavía la estética “Che Guevara” y ahora imitan al joven pero “antiguo” Pablo Iglesias, con su melenita y colita trasera, pantalón tejano y camiseta. Y zapatos, ¿para qué? Directamente se calzan deportivas, casi siempre sucias y nada de marcas… a menos que sean recicladas. Este look puede ser genial si tienes físico de modelo, pero no suele ser el caso de la mayoría de la gente, así que cuando miras a montones de concejales o representantes de partidos “progres”, directamente ves a desaliñados que no te imaginas que te interese lo que defienden si son capaces de ir por la vida con ese aspecto tan dejado. Porque lo que queda claro es que si a este colectivo la parte estética no les interesa nada, ¿por qué van a dedicar ni un euro del presupuesto a potenciar las empresas de moda o textiles? Pero el problema es que vivimos en la época de la imagen…

Piernas sin depilar
Y las mujeres, otro tanto las que representan a partidos de izquierda o nacionalistas. Parece, en muchos casos, que estén reñidas con el agua. Suelen llevar el cabello, en la mayoría de los casos, teñido de color rojizo, media melenita rizada con flequillo liso o cortados rectos a media frente y/o melena larga con alguna trencita, estilo okupa, o la cabeza prácticamente rapada y aros en las orejas, medio despeinadas. Vestidas con camisetas, adornadas con el clásico pañuelo palestino, faldas amplias, botines que les cortan la circulación por encima del tobillo, sin medias o con ellas, pero si es así, parece que se las haya prestado alguna monja de clausura. Eso sí, las medias suelen ser de algún color. Se complementan de pulseritas de cuero, uñas mordidas y en muchos casos pelos en las piernas, por aquello de ahorrar en depilación o porque queda, según ellas, de lo más natural y feminista. Lo de ir maquilladas tampoco debe de ser para no hacer gasto y potenciar a las empresas de consumo innecesario.

En el resto de partidos, como socialistas, convergentes, etcétera, el look femenino varía, aunque no demasiado, de sus compañeros los hombres. Ellas van desde los trajes chaqueta con top debajo o camisa, con falda más bien recta o pantalón, zapatos de medio tacón o bota, cinturón y colgantes varios. El pañuelo se convierte en un foulard más vaporoso. Algún vestido, por lo general discreto, y casi siempre con chaqueta o abrigo encima.

Coherencia con lo que predican
La moda en la clase política es complicada, porque según dicen, la imagen de un político debería tener que ver con lo que ofrecen en clara coherencia entre lo que”predican” y lo que muestran, porque la incoherencia, he leído por ahí, se paga. Yo creo que no necesariamente, porque en muchos casos, a las decisiones que se enfrentan poco tienen que ver con su manera de vestir. Porque lo que tienen que hacer los políticos es gobernar para sus electores y cumplir sus promesas. En ese caso, que lleven una imagen actualizada y sus aspectos se ajusten a los cánones de la moda, siempre quedará en un segundo término. Se trata de un asunto sencillamente estético y de buen gusto, sin más.

Actualizar imagen e ideas
Entre sus electores, seguro que hay una gran diversidad de personas y lo que agradecerán es tener unos representantes no solo “legales”, sino atractivos y cuidados a la vista, adopten el estilo que sea. Sí, es cierto la moda cambia cada seis meses y no podemos pedir que todos estemos dispuestos a seguirla al pie de la letra. Pero si podemos pedir a nuestros representantes que actualicen su imagen, porque damos por hecho que las ideas también las actualizan. La chaqueta de pana de Felipe González cumplió su función en el pasado, pero esta temporada no se lleva la pana y las ideas y los proyectos tienen que ajustarse al presente. Lo que pasaba en el siglo XVII no nos sirve para el XXI, así que la evolución tiene que ser en todos los aspectos.

Las mujeres, más expuestas
En el caso de las mujeres políticas, lo tienen más complicado, porque yo creo que se vistan como se vistan siempre serán más cuestionadas en una sociedad machista como la que vivimos. Ellas siguen siendo repasadas con una lupa gigante, aunque todas están más que preparadas académicamente, suelen ser cuestionadas por lo que dicen, por lo que hacen, su manera de vestir, si son guapas puede ser terrorífico, si son jóvenes…¡uff! también critican que es demasiado joven! Si no son tan jóvenes ¡uff, se podía quitar unas cuantas arrugas. Si se las quita ¡madre mía, se gasta todo el dinero en cirugía estética o cremitas! Si tienen hijos, porque los tienen. No los tienen porque … Pero esta ¿por qué no tiene hijos siendo una mujer? Como estés soltera, tengas novio y rompas y conozcas a otro, el vulgo te tacha rápido de promiscua. Como estés gorda, fatal, porque te llaman a la primera de cambio “vacaburra”. Y si estás delgada, porque incitas a la juventud a no comer. Y lo tremendo es que un político físicamente normalillo tenga una pareja “espectacular” si es hombre, mejor no poner los calificativos, pero si es mujer nadie cree que con “esa novia se puede centrar en la política y no gastarse toda la pasta del consistorio en regalos para la chica”. Y si encima es una mujer de éxito en su trabajo, que se prepare… En este caso, sale a relucir nuestra parte más envidiosa.

Cualquier tema es bueno para cuestionar a un político. Y como hemos visto, si es mujer mucho más. Así que para dedicarse a la política, en la actualidad hay que tener las ideas muy claras.
El Llobregat es un periódico que se edita en la comarca y que cumple cien números. Para celebrar el centenario nos hemos planteado, casi como un juego, que uno de los cien retos de este territorio común sea sugerir mejorar la imagen estética de los políticos de la zona.

La imagen en las redes sociales
El Baix Llobregat está formado por 30 municipios, así que tenemos muchos representantes públicos para analizar su relación con la moda. Este es mi cometido, aunque lo voy a tener difícil, porque yo no los conozco a todos personalmente y he tenido que” tirar“ de las páginas web de los ayuntamientos, donde en la mayoría de ellas ,salvo excepciones, no existen fotos de los regidores o representantes de partidos. Si están la de los alcaldes o alcaldesas, que suelen tener un apartado de saludo donde se incluye una foto en plan carnet de identidad, que parece estar hecha por su peor enemigo. Este tema, el de las fotos de las páginas web de los ayuntamientos, podría por sí mismo, ser un reto en sí mismo mejorarlas. Así que para conocer la imagen de la mayoría de estos políticos he “tirado” también de actos de partido o redes sociales, como Facebook o Twitter.

Concurso de mises de la política
Muchos alcaldes y alcaldesas de nuestras poblaciones me han sorprendido agradablemente, porque podríamos utilizar el símil del famosos anuncio televisivo JASP (son jóvenes aunque sobradamente preparados) y hay bastantes mujeres. ¡Milagro!.

Así que me centro en las alcaldesas y en algunas regidoras. Si esto fuera un concurso de mises yo le daría el primer premio a Raquel Sánchez, la joven, guapa y preparada primera alcaldesa socialista de Gavà. Además de estar licenciada en Derecho, está casada y tiene dos hijos y su manera de vestir, muy acorde a su edad y situación, hace que en conjunto se haya ganado este particular y totalmente subjetivo galardón. Una de las regidoras del mismo ayuntamiento, también abogada, Apolonia Herrera, es también muy atractiva, con mucha clase y estilo.

Damas de honor
Lluisa Moret, alcaldesa de Sant Boi, me encanta. Tiene una belleza fresca y natural y una sonrisa encantadora. Psicóloga de profesión, una carrera muy adecuada para dedicarse a la política, yo le nombraría primera dama de honor. Sus look están muy pensados y pasan por cazadoras tejanas, pantalones y vestidos túnicas, faldas, foulard muy en consonancia con su estilo fresco juvenil y, en muchos casos, provenzal.

Ana Ubeda, de Collbató es otra de las jóvenes políticas del Baix Llobregat que tiene una imagen excelente. Yo le daría el titulo de segunda dama de honor porque viste de acuerdo a su estilo físico y resulta muy atractiva. Eva Martinez ,alcaldesa de Vallirana, de 38 años, tiene un carácter cercano, viste de una manera muy juvenil y actual. Maria Soler, la alcaldesa de Abrera, correcta y con un aspecto muy profesional.

Disimular exceso de peso
Mercè Esteve Pi es alta y guapa. Aunque parece que tenga que controlar su peso, se viste intentando sacar partido a su físico y lo consigue. Rosa Boladeras, la alcaldesa de Corbera, tiene unos ojos azules preciosos y una sonrisa muy luminosa. Sus rasgos recuerdan a los nórdicos. Personalmente creo que le queda mejor cuando lleva el pelo menos rizado y quizás, y en cuanto a su manera de vestir, me gusta cuando va de sport con sus camisas floreadas y sus cazadoras. Y menos, con blusones sueltos con media manga y cuellos redondos, mejor de pico. Como parece, que le encantan los estampados florales, este es su año.

Nuria Marin, la alcaldesa de l´Hospitalet, es encantadora y eficaz. Su manera de vestir es muy práctica, tirando a sport. Suele acompañar sus conjuntos con un pañuelo anudado al cuello. Debe de tener una gran cantidad de pañuelos, porque es su complemento imprescindible. Utiliza traje chaquetas de color negro con falda o pantalón en ocasiones especiales, para disimular un pequeño problema de peso, que no le afea en absoluto porque está perfectamente compensada.

Atreverse con todo
Pilar Díaz está al frente del ayuntamiento de Esplugues y se atreve con todo. Los vestidos le sientan francamente bien, sobre todo cuando los combina con medias transparentes y zapatos de tacón. Los vestidos con botines hasta el tobillo y medias negras totalmente opacas no le quedan bien… Cuando sale del ayuntamiento, se convierte en toda una deportista, así que no es de extrañar que luzca sonrisa permanente, porque se sabe que hacer deporte pone de buen humor.

Al pensar en Espulgues, me viene a la cabeza Carmen Chacón, que en su momento teniente de alcalde de la localidad e iba para alcaldesa si no la hubiera llamado Zapatero para ponerla al frente del Ministerio de Defensa. Poco a poco, fue cambiando su imagen para mejor en la etapa en que ejerció de ministra, suponemos que gracias a los consejos de algún buen profesional.

De ellos, impresionan sus currículos
En cuanto a los alcaldes y concejales de la zona lo tengo bastante más fácil. Destacaría al joven alcalde Manuel Reyes, de Castelldefels. Con un impresionante currículo universitario, uno de los máximos representantes del PP en Cataluña por detrás de Alicia Sánchez Camacho, es el exponente perfecto de JASP, bastante atractivo, aunque no muy alto; elegante y natural en cualquier circunstancia, sabe sacarse partido a sí mismo.

Oriol Junqueras compagina su cargo de presidente de ERC con la alcaldía de San Viçens dels Horts. Su aspecto de rico hacendado y su habitual diatriba hace que te olvides de cómo se viste, pero eso sí, suele ir de una manera correcta. Alterna camisa de cuadros, cazadoras clásicas, trajes en colores neutros con corbata o sin ella, camisas arremangadas y como complemento, en alguna ocasión, se coloca alguna bandera estelada a modo de capa.

Lluis Tejedor lleva ejerciendo de alcalde de la población de El Prat de Llobregat desde 1982, con éxito por cierto. Así que, además de felicitarlo, diré que su aspecto bonachón y de buenas intenciones me hacen compararlo con Junqueras, solo que en el caso de Tejedor destaca su discurso inteligente y razonable. Así que también me olvido de cómo va vestido. Pero como es un hombre de su tiempo, intenta llevar sus trajes clásicos de la manera más digna posible. Nada que objetar.

Cuestionaría la manera de arreglarse de la mayoría de regidores de casi todos los partidos, y recomendaría mirar hacia el futuro (y también al espejo) e imitar a otros países donde cuentan con asesores de imagen, porque nadie nace enseñado. Lo cierto es que deben tener bien claro que su indumentaria también comunica. Así que el reto está servido… III