Una jornada con todos los cuerpos de seguridad de Sant Boi detalla los protocolos a seguir para evitar desapariciones. Mossos d’Esquadra ha sido la primera organización europea en crear una oficina especializada para desaparecidos
Aprovechando la reciente celebración del Día Mundial del Alzheimer vamos a ahondar un poco en esta enfermedad neurodegenerativa que, lamentablemente, cada día afecta a más personas en todo mundo directa e indirectamente. Hablemos de los cuidadores de pacientes con esta enfermedad todavía sin cura conocida y el protocolo para evitar que ninguna persona con Alzheimer se pierda. Claudia Galán, vecina de Sant Boi y nieta de una persona con Alzheimer, admite que lo más duro de esta enfermedad es asumir que el ser querido la padece y el hecho de ver que la persona ya no es la misma: “mi abuela era como “super women” para nosotros y de repente se invierte el rol y hay que cuidar de ella”, afirma. A su abuela le diagnosticaron la enfermedad tras tener una época agresiva, ella siempre había sido una persona muy alegre y positiva y ese cambio de actitud, junto con otros síntomas, alertaron a la familia. Ahora acude tres veces por semana a un centro de día donde hacen ejercicios y juegos para ejercitar la memoria, y aunque no ha habido una mejora están contentos porque al menos ha frenado el avance. “Hay que aceptar lo que hay”, aclara Claudia; y explica que lo más importante es la gente que les rodea y el hecho de llevar la carga entre todos los familiares lo hace más fácil y llevadero.
Evitar desapariciones
El Ayuntamiento de Sant Boi ha querido conmemorar el Día Mundial del Alzheimer y homenajear a todos aquellos que se dedican al cuidado de personas afectadas por esta enfermedad con un acto celebrado en Can Massallera que consistió en tratar la problemática de por qué se pierde un enfermo de Alzheimer.
El doctor Bernabé Robles, jefe del Servicio de Neurología del Hospital General de Sant Boi, fue el primero en intervenir en esta mesa redonda y explicó que las personas con Alzheimer no se pierden por un único motivo. Cuando todavía son capaces de caminar pueden ponerse a deambular, a veces sin finalidad o destino aparente, y no solo lo hace una vez. Por lo general se pierden cerca del origen, y la mayoría de veces se encuentran en carreteras; cabe la posibilidad de que tengan accidentes porque son poco conscientes de sus limitaciones, no tiene en cuenta el peligro, no piden ayuda, no responden cuando se les llama y no suelen dejar pistas de por dónde van.
Usualmente las personas se “escapan” de sus casas, algunos también lo logran de las residencias, pero la mayoría de casa; acostumbran a ser las personas con demencia moderada. Lo que les ocurre a estas personas cuando se pierden es que no saben colocar su imagen en el escenario en el que se encuentran, a este factor se le llama “ceguera de movimiento” y causa que lleguen a moverse como si no vieran por donde van. La preocupación de que el enfermo se pierda es una de las mayores preocupaciones de sus cuidadores y el hecho de perderse hace que se interne a estas personas en residencias. Las medidas, aveces excesivas, para que no se escapen hacen que pierdan la autonomía y eso puede causar ese deseo de huir.
La siguiente ponente fue la Doctora Consol Almenar, coordinadora del Área de Psicogeriatría del CASM Benito Menni, que hizo constar que cuando un enfermo se pierde tiene un propósito claro y el hecho de querer seguir con su vida es lo que le trae ese ansia de salir. El riesgo aparece cuando caminan sin dirección, se pierden en trayectos habituales o salen por donde no se debe, como por ejemplo una ventana. El paciente siempre intentará ir a un lugar conocido, intentando ir hacia casa (aunque puede que ya esté en casa por no pueda reconocerla) y a ver a sus conocidos. La doctora recomienda una serie de pautas para evitar las pérdidas como establecer rutinas, mantener la independencia del enfermo y su dignidad, simplificar las tareas para no crearles angustia, mantener siempre el buen humor, facilitar la orientación en el domicilio, estimular la actividad física y sus habilidades, evitar lugares con aglomeración...
No culpar a nadie: solo a la enfermedad
Si hay un riesgo o ya ha desaparecido debe llevar una identificación personal, instrumentos que faciliten la localización (pulseras con localizador) y tener una foto reciente para emprender la búsqueda. Si ya se ha perdido lo primero que hay que hacer es preguntar a los vecinos y conocidos, porque irá donde antes iba. También hay que tener en cuenta la preferencia manual, y no hay que enfadarse cuando aparezca porque no aprenderá y además no le favorecerá en absoluto; tampoco hay que culpar a nadie por la desaparición, solo la enfermedad es culpable.
Más tarde Albert Vilatarsana, intendente jefe del Servicio Local de Seguridad, explicó el procedimiento que hay que seguir en caso de desaparición. Lo primero que hacen desde el Servicio de Seguridad es verificar la desaparición de la persona, y una vez hecho iniciar inmediatamente su localización activando el protocolo de búsqueda. Es primordial conseguir información veraz que permita valorar la situación: nombre, foto, día y hora de la desaparición, grado de demencia, cómo iba vestido, dónde desapareció, que objetos llevaba, pautas de comportamiento, rutinas al caminar, sitios que frecuenta, y si es una personas reincidente.
Una vez se tiene todo lo necesario hay que encontrar al desaparecido y atender a los familiares. Joan Martínez, sargento de la Policía Local y técnico de Protección Civil, explica que el 98% de los casos se resuelven sin activar un protocolo formal, ya que se encuentra al desaparecido el mismo día que se pierde. Confirma que no se les localiza demasiado lejos de su entorno más cercano, en un kilómetro se le puede encontrar y el máximo de distancia es de unos 4.
Mossos, pioneros en atención a familiares
Desde el Área Técnica de Proximidad y de Seguridad Ciudadana de los Mossos, Albert Oliva explicó qué es y cómo funciona la oficina de atención a los familiares de personas desaparecidas. Los Mossos han sido la primera organización europea en crear este servicio, ya que existía una demanda por parte de asociaciones y también porque no podían dejar ese espacio de percepción y era necesario trabajar informando a las familias para que tengan la certeza de que no se olvida a los desaparecidos. Esta oficina tiene el objetivo de dar una atención personalizada a las familias explicando como se encuentra el estado actual de la investigación de la persona; “no hay ninguna investigación que se cierre hasta que no haya una resolución” afirma.
No importa donde se haga la denuncia, policía local o Mossos, porque las denuncias presentadas en Cataluña son compartidas y visualizadas en los distintos cuerpos policiales. Es fundamental avisar rápidamente y denunciar la desaparición, después ya se analizará si hay que poner una denuncia oficial, pero es esencial avisar porque la denuncia inmediata facilita el trabajo de todos aquellos que van a emprender la búsqueda. Por último apunta que actualmente los Mossos están realizando un trabajo con la federación de asociaciones; una guía de asistencia con información técnica para establecer unas directrices que ayuden a detectar síntomas de personas desorientadas o perdidas. Así la primera unidad que vea un indicio dará el aviso; y explica que también harán una similar para las desapariciones de personas con autismo.
La última intervención del acto fue de la mano de Ricard Sanz, jefe del Parque de Bomberos de Sant Boi de Llobregat, que explicó cómo participa el cuerpo de bomberos en la búsqueda de personas con Alzheimer que se han perdido. Su ámbito de actuación es el forestal o rural, y en ocasiones utilizan a la unidad canina para encontrar a los desaparecidos porque resultan muy efectivas; la Sala Rems (en Sant Boi) es la que recoge los avisos y los datos. Los bomberos cuentan con una sala móvil, esencial en la búsqueda, donde tienen el contacto con la familia y con los otros cuerpos para tener una mayor coordinación.
Haciendo referencia a lo que habían comentado otros ponentes sobre bloquear salidas para evita fugas, advierte que se debe tener en cuenta que esa salida que bloqueamos es a la vez una salida de evacuación en caso de incendio y por tanto aunque hayamos escondido las llaves todos los miembros de la casa deben saber donde están las llaves. La clausura del acto fue a cargo de Rosa Giner, presidenta de la Asociación AFA del Baix Llobregat, quien agradeció la presencia de los ponentes y de todos aquellos que habían acudido al acto. III