Tres convocatorias electorales en un año y tres vencedores distintos para cada una de ellas en el Baix Llobregat. Si en las municipales mantuvo el tipo el PSC haciendo fuerte la tradicional etiqueta de cinturón rojo del territorio; Junts Pel Sí se llevó la primera plaza de las ‘plebiscitarias’ autonómicas quedando como primera fuerza el 27 de septiembre. Ahora, en cambio, la coalición de izquierdas ‘En Comú Podem’ ha sido la incontestable vencedora de las Elecciones Generales siendo la fuerza más votada en todos los municipios del Llobregat, incluida L’Hospitalet.
‘En Comú Podem’ gana en todos los municipios del Llobregat
De cinturón rojo a morado en unos comicios marcados por la fuerte entrada de los partidos emergentes en el Congreso poniendo en duda el bipartidismo, como mínimo, en la Cámara Baja (se mantiene la mayoría absoluta del Partido Popular en el Senado, seguido del PSOE y, descolgado, Podemos con 16 senadores; Ciutadans no tendrá ningún senador electo). En esta lucha por conseguir el voto de los desencantados de los partidos tradicionales, Podemos se ha llevado el partido gracias a una excelente campaña electoral, frente a la de Ciutadans que, de nuevo, defrauda como en las municipales quedando muy por detrás de lo que se esperaba en los sondeos. Y es que en el Baix Llobregat han perdido hasta 40.000 votos (más los 11.322 de L’Hospitalet) en comparación con las recientes elecciones autonómicas en donde lograron ser una de las sorpresas siendo primera fuerza en algunas de las grandes ciudades socialistas por antonomasia. Esta vez caen al tercer lugar, con la mitad de porcentaje de votos que ‘En Comú Podem’.
El tándem entre Pablo Iglesias y Ada Colau ha sido la gran diferencia respecto a las autonómicas, en donde, la alcaldesa de Barcelona no se implicó directamente con la campaña de Catalunya Sí Que es Pot. Esta vez, en cambio, extiende su victoria en las municipales al resto del Baix Llobregat, el Área Metropolitana y Cataluña consolidándose como la alternativa al PSC para los votantes de izquierda; priorizando el discurso social frente a la economía liberal y al proceso soberanista y, en este sentido, mostrando la clara mayoría catalana por pactar con el Estado un referéndum sobre la soberanía de Cataluña.
El liderazgo de ambos representantes ha acaparado, esta vez sí, la confianza del electorado baixllobregatense que con 132.860 votos y un 30,62% de voto proclama a ‘En Comú Podem’ como claro vencedor de estas Generales, en el Baix, siendo primera fuerza en todos los municipios del Baix, incluidos, enclaves socialistas como L’Hospitalet, Sant Boi, Cornellà, Gavà, Viladecans o El Prat que, pese a ganar históricamente Iniciativa en las municipales, en las Generales siempre vencía el PSC.
También en Castelldefels se ha impuesto la coalición de Podemos pese a los igualados resultados obtenidos entre Partido Popular y PSC en las municipales. Por cierto, el ex alcalde de Castelldefels del Partido Popular, Manuel Reyes, que iba en las listas por Barcelona de la lista conservadora, se queda a las puertas del Congreso tras conseguir el PP solo cuatro diputados por Barcelona. Tampoco Carme Chacón, nacida en Esplugues, ha sido capaz de movilizar al electorado socialista en su ciudad natal, donde quedan como segunda fuerza. De hecho, a nivel provincial, la candidatura de Chacón pierde la mitad de los diputados respecto a 2011 y quedan con cinco representantes; entre ellos, tres de la zona Llobregat como son la mencionada Carme Chacón; Mercè Perea, de L’Hospitalet; y José Zaragoza, de Molins de Rei.
De esta manera, los socialistas pasan a ser la segunda fuerza, en general, de las grandes ciudades del sur del territorio, siendo, en cambio, ERC la segunda candidatura favorita de gran parte de los pequeños municipios. De hecho, ERC –que queda como quinta fuerza a poco del Partido Popular- gana 27.495 votos y mantiene la vitalidad que ha ido ganando en estos últimos comicios en la zona metropolitana en perjuicio de la también independentista Democràcia i Llibertat que obtiene 32.458 apoyos, lejos de los 80.000 de CiU. Teniendo en cuenta que, entonces, todavía se mantenía la federación con Unió (que ha obtenido apenas 5.511 votos/1,27%, lo mismo que el partido animalista PACMA), vemos una fuga de votos que asciende a 43.000 o a ERC o a ‘En Comú Podem’, como único partido nacional claramente defensor del referéndum y del derecho a decidir. Recordar, en este sentido, que la CUP no presentaba ninguna candidatura.
Para acabar, en lo referente al Baix Llobregat, el Partido Popular obtiene 49.246 votos, 38.023 menos que en 2011 lo que le hace caer de la segunda a la cuarta fuerza en la comarca, mejor en cualquier caso que, a nivel catalán, en donde queda como sexta fuerza con una representación prácticamente testimonial (cinco diputados), siendo, de hecho, con Ciutadans, la candidatura con representación menos votada.
El PSC tampoco aguanta en L’Hospitalet
La segunda ciudad más importante de Cataluña, L’Hospitalet, tampoco aguanta al auge de la candidatura de Podemos, pese a ser uno de los históricos enclaves socialistas de Cataluña. Ya en las autonómicas Ciutadans dio el aviso de que algo estaba cambiando en la ciudad y se proclamó como la lista más votada para el 27 de septiembre. Esta vez, el PSC tampoco ha podido para la fuga de votos a una nueva candidatura emergente, en este caso, ‘En Comú Podem’. Con 36.973 votos (29,98%), la lista morada supera al PSC (31.512/25,55%) en casi 4.500 votos, segunda fuerza por delante de Ciutadans (18.455 votos/14,97%), que no consigue esta vez atraer a la marea naranja pese a ser, L’Hospitalet, la ciudad de residencia del líder del partido, Albert Rivera.
El Partido Popular, por su parte, queda como cuarta fuerza con 9.500 votos menos que en 2011, por delante, eso sí, de las fuerzas independentistas: ERC (9.000 votos/7,3%) y Democràcia i Llibertat (5.603/4,54%).
O el PSOE hace presidente a Rajoy o habrá nuevas elecciones
El complejo mapa político del Congreso de los Diputados deja una situación de difícil gobernabilidad para el partido que consiga la alianza suficiente para obtener a su presidente y, por tanto, formar gobierno. Con independencia del pacto entre PP y PSOE (213 diputados), que sería el único en ofrecer estabilidad (la mayoría absoluta está en los 176 diputados), no hay ningún acuerdo posible de coalición entre dos partidos, a no ser que se lleguen a pactos con terceros o cuartos grupos parlamentarios.
Lo coalición, digamos, conservadora entre Partido Popular y Ciutadans (163) no llegaría a la mayoría absoluta, ni siquiera con la suma de los nacionalistas vascos (6 diputados), tradicional muleta de acuerdo con los grandes partidos. Por tanto, el voto contrario del resto de partidos impediría la investidura de Rajoy. La pelota cae del tejado del PSOE que, aunque diga que es momento de que el PP, como fuerza más votada, intente formar gobierno, serán ellos, con una posible abstención en segunda vuelta, los que decidan o no el futuro de esta legislatura.
Hablemos antes de la posible alianza progresista entre PSOE y Podemos (159) que, con el beneplácito de más candidaturas como ERC o Democràcia i Llibertat (176), sumarían la mayoría que Sánchez necesita para ser presidente. Claro está que, en este caso, la cuestión catalana entraría en el debate político de pactos con la propuesta de Podemos y el apoyo de ERC y DL de realizar el tan deseado referéndum para desencallar el proceso soberanista en Cataluña, algo que el PSOE no va a estar dispuesto a aceptar. De hecho, la estrategia socialista –más con la mayoría del PP en el Senado- pasará por recuperar la hegemonía del centro-izquierda o la izquierda empequeñeciendo, como sea, a Podemos de Pablo Iglesias. Siendo así, será casi impensable esta alianza de izquierdas que supondría un precio muy caro para las diferentes formaciones.
La opción más viable, a priori, pese a locura que parezca, será un pacto a la alemana entre PP y PSOE o, como mínimo y aún más probable, un acuerdo para que los socialistas se abstengan en una hipotética segunda vuelta que permita la investidura de Mariano Rajoy o de otro miembro del Partido Popular. Sin la abstención del PSOE, el PP no podrá formar gobierno ya que Rajoy necesita, en segunda vuelta, más votos favorables que en contra. Pedro Sánchez y su equipo tendrán, pues, como decíamos, la llave de esta legislatura que, de no cerrarse este pacto entre Sánchez y Rajoy, insultados mutuamente en el cara a cara, estará condenada a una nueva convocatoria electoral; ahora mismo, seguramente, aún más probable que las catalanas.
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