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Muere José Cano García, referente del sindicalismo comarcal desde la época franquista

Muere José Cano García, referente del sindicalismo comarcal desde la época franquista

lunes 11 de abril de 2016, 09:36h

Con tan solo 23 años, Cano fue de los primeros en organizar asambleas de trabajadores en el año 1958 para discutir las reivindicaciones del personal

José Cano García (marzo de 1935), figura clave del sindicalismo comarcal todavía bajo la dictadura franquista, ha muerto a los 81 años de edad. El Baix Llobregat siempre fue siempre un escollo, una grieta para la dictadura franquista, difícil de controlar y mantener bajo su autoridad. Y todo ello fue posible gracias a figuras como la de Cano García, impulsor del movimiento sindical desde la década de los cincuenta.

Nacido en Albacete, llegó a Cornellà tras la muerte de su madre en 1958. Ya con algunos estudios en un taller metalúrgico, consigue trabajo en la empresa Matacas de Sant Feliu de Llobregat donde empieza a tener conciencia de clase junto a otros compañeros veteranos de la compañía: Jaime Riera, Asensio Martínez y Rafael Chicano. Con ellos impulsó, con tan solo 23 años y todavía en la considerada época dura del franquismo, las primeras asambleas de trabajadores a las puertas de la empresa antes de iniciar la jornada laboral con el fin de discutir las reivindicaciones del personal. “En realidad, sin saberlo, estábamos creando las bases de un nuevo estilo sindical en donde los trabajadores participaban democráticamente, dada la inoperancia del sindicato vertical”, había dicho Cano García.

De estas asambleas surgió, por ejemplo, un paro de una hora por la prima de actividad en el que los trabajadores permanecieron en silencio en la que fue la primera acción de protesta y fortaleciendo la unidad obrera de entonces. Era 1959, año que sirvió de germen de las siguientes convocatorias.

En 1963, se produce una tímida apertura sindical de cara al exterior promovida por el entonces ministro de relaciones sindicales, José Solís Ruiz, como no, miembro de Falange Española. Es entonces cuando los trabajadores eligen a Cano García como jurado de empresa junto a otros miembros. Se inició un proceso de infiltración en la Central Nacional Sindicalista y consiguieron, de hecho, vencer a los candidatos impuestos por la empresa. Cano fue, posteriormente, elegido presidente de la Junta Social del metal de Sant Feliu de Llobregat, puesto que le permitió establecer contactos con otros miembros sindicales del territorio y fortalecer el sindicalismo comarcal del Baix Llobregat.

El nuevo impulso de reconstrucción del sindicalismo se fue gestando, por otro lado, en las reuniones que celebraban en la Iglesia Almeda de Cornellà. Era 1965 cuando constituyeron las Comisiones Obreras del Baix Llobregat de la que formó parte en la coordinadora inicial.

El movimiento sindical ganaba fuerza lo que le llevó a estar detenido por los poderes del Estado, que incluso le torturaron, según había reconocido: “Como consecuencia de las torturas que me aplicaron en los interrogatorios tuve que permanecer varios días en cama sin poder hacer movimiento alguno al tener dos costillas fracturadas y el cuerpo lleno de hematomas. Tardé dos meses en poder incorporarme al trabajo”.

En las elecciones sindicales de 1966, nuevamente, los trabajadores de Matacas le eligen para formar parte en la representación del jurado de empresa. Fue presidente del ramo del metal en Sant Feliu y salió elegido vocal provincial del ramo del metal en representación de la comarca. Nuevamente, la infiltración en la CNP fue un éxito, lo que les permitió colocar a sus hombres y mujeres en los puestos de representación, pese a tener una vocación claramente antivertical. Así, Sant Feliu y el Baix Llobregat se convirtieron en un referente en la lucha sindical con figuras destacas como Felipe de Alcántara o Vicente París.

Cano García formó parte de las comisiones deliberadoras que tenían que negociar con las patronales los convenios colectivos del metal en el ámbito comarcal y provincial desde 1965. De aquí saldrá el convenio comarcal de 1964, así como el apoyo a empresas históricas como Elsa y Solvay, lo que determinó la primera huelga general de la comarca, convocada por los representantes sindicales desde las mismas entrañas del sindicato vertical. La huelga, que duró varios días, acabó con mejoras salariales, así como la reducción de 112 horas de trabajo al año y diez días más de vacaciones.

Su nueva detención en 1974 con otros 23 sindicalistas más derivó en una nueva protesta que ya movilizó a más de 30.000 trabajadores en el segundo gran paro comarcal que ya tenía, además, un claro componente político.

Cano García tuvo, en este sentido, su breve paso por la política como concejal del PSUC de Cornellà, el cual obtuvo la mayoría absoluta en las elecciones de 1979 con Frederic Prieto como alcalde. Solo estuvo durante unos meses, ya que dimitió para reincorporarse a la empresa Matacas, que pasaba por una grave situación de crisis. Su labor de Cano y de otros miembros en la negociación consiguieron –ante el cierre de la empresa- la incorporación de todos los empleados en la entonces empresa pública Pegaso.

Cano García ha sido Secretario General del ramo del metal en Cataluña hasta 1985 y, ya como prejubilado, miembro de la Federación de Pensionistas y Jubilados de Comisiones Obreras, formando parte de la dirección tanto a nivel autonómico como nacional.

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