En ocasiones nos enzarzamos en medidas complejas casi imposibles, cuando la solución se encuentra en lo más natural del medio. Este es un ejemplo evidente de éxito: el Servicio de Control de Fauna del Aeropuerto de Barcelona – El Prat, que este año ha cumplido dos décadas de servicio.
El servicio de cetrería empezó en abril de 1996 a sobrevolar la infraestructura pratense, entonces, con 3 halconeros y 10 halcones. Hoy son hasta 10 profesionales y 45 rapaces los encargados de evitar que ninguna otra ave interfiera en las maniobras aeronáuticas tanto de despegue como de aterrizaje.
Dos décadas después, el Servicio de Control de Fauna –el más ecológico y eficaz- ha ampliado sus funciones y, de hecho, los halconeros son también ornitólogos y especialistas en gestionar especies y hábitats.