El tsunami comercial del Viladecans The Style Outlets toca tierra en el Baix Llobregat. Después de unos cinco años desde el inicio del proyecto y año y medio de obras, el centro comercial outlet -las marcas aplicarán un descuento mínimo del 30% en sus productos o servicios- ha abierto las puertas para ser el primer centro comercial de este tipo en todo el ámbito metropolitano de Barcelona.
Es, sin duda, su mejor carta, además de la excelente ubicación que ofrece una ciudad como Viladecans, a diez minutos del Aeropuerto de El Prat y pocos más al centro de Barcelona. Se trata de un fenómeno económico incontestable que ha logrado sumar un apoyo prácticamente unánime. Sin embargo, si bien es cierto que el outlet abre en medio de una gran expectación, también es verdad que cuenta con numerosas dudas como la posible afectación al comercio local del entorno, así como la eficiencia de la red de transporte público. Aún más evidente es, por otro lado, la primera gran crítica al centro: la ausencia de tiendas de lujo, principal característica de su principal competidor en La Roca del Vallés.
Segundo intento
Mucho se ha escrito en estos años, sobre la empresa Neinver; segunda operadora europea en promoción de outlets (gracias, en gran parte, a TH Real Estate, una de las gestoras de inversión inmobiliaria más importante del mundo, con la que ha levantado un parque de negocios y cuatro centros outlet, entre ellos, el de Viladecans). Menos se ha hablado de que se trata de la segunda gran apuesta inmobiliaria de esta empresa familiar en Viladecans: en los años ‘80, José María Losantos del Campo, ya entonces presidente de Neinver, vio en Viladecans una oportunidad de desarrollo empresarial y, de hecho, Neinver SA llegó a comprar suelo urbanizable para usos industriales en la zona que hoy es el Polígono Industrial de Can Calderón. Sin embargo, tras adquirir parte de los terrenos, optó por desinvertir y renunciar a la operación, ante la imposibilidad de hacerse con la mayoría de los solares y convertirse en promotor único de Can Calderón. Treinta años después, José María Losantos Del Campo, regresa a Viladecans, esta vez sí, para inaugurar su nuevo outlet.
Hablar de Neinver es hablar del apellido Losantos. Una familia originaria de Calahorra, de empresarios discretos, de tradición religiosa, en la que el padre del presidente de Neinver, Ezequiel José Losantos Gutierrez, llegó a ser alcalde de la ciudad en el año 1955; de hecho, los Losantos son la primera fortuna de La Rioja, y una de las primeras españolas; la revista FORBES les atribuye una fortuna valorada en 1.150 millones de euros. El éxito empresarial de Neinver va íntimamente ligado a su acierto financiero. Y buena parte de ese éxito corresponde al hermano de José María, Mario Losantos del Campo, que falleció en 1.999. Fue el fundador de la empresa Riofisa, sociedad inmobiliaria que tuvo como socio financiero a Caixa de Catalunya; el hijo del fundador Mario Losantos Ucha terminó vendiendo Riofisa, en 2007 (inicio de la crisis inmobiliaria), por una cifra superior a los 2.000 millones de euros; el comprador fue Inmobiliaria Colonial, participada por La Caixa y el Banco Popular y entonces presidida por Luis Portillo; una compra que resultaría ruinosa para la entidad. Esta venta facilitó que Mario Losantos Ucha, sobrino del presidente de Neinver, realizara importantes inversiones en EEUU en diversos sectores, entre ellos, en empresas especializadas en la gestión de residuos. Actualmente, la familia Losantos, canaliza una importante actividad social mediante la Fundación Mario Losantos Del Campo.
José María Losantos del Campo, tiene ahora 79 años y, aunque sigue siendo el presidente de Neinver SA, el consejero delegado es su hijo Daniel Losantos Egea, quien deberá gestionar los 368.700 metros cuadrados de Superficie Bruta Alquilable que Neinver suma en centros outlet en toda España, más de la mitad de los 613.000 que tiene a nivel europeo.
Sin lujo
El nuevo centro outlet, ubicado en el polígono económico de Ca n’Alemany -que gana vida gracias a él y al centro logístico de Desigual y Recambios Marinos- crece en base a diferentes módulos de poliedros irregulares, sin una forma única, y que, bajo un austero marrón oscuro y un beige claro, abraza a diferentes calles al aire libre en donde se alinean las diferentes tiendas. El outlet, con 55 establecimientos abiertos en su inauguración de los 85 que tendrá cuando finalice su expansión, recuerda, según las primeras impresiones, a La Maquinista de Barcelona, pero con una planta baja única, o, incluso, al Splau de Cornellà, pero sin su característica forma circular. En ningún caso recuerda a su máximo competidor y referente: La Roca Village.
He aquí la primera gran crítica o desilusión de quienes esperaban acceder al lujo sin tener que trasponer hasta Santa Agnès de Malanyanes, pequeño municipio donde está la competencia de Neinver. En La Roca, el lujo es la norma, y algunos de los ejemplos más destacados de una larga lista son las tiendas de: Armani, Bimba y Lola, Calvin Clein, Loewe. Lacoste, Boss, Carolina Herrera, Cucci, Montblanc, Ray-Ban, Swarovski, Tommy Hilfiger, Tous y Versace. Mientras que en el The Style Outlets de Viladecans, las tiendas de lujo son la excepción: Adolfo Domínguez, Javier Simorra, Etxart & Panno o G by Guess serían las destacadas. El resto, corresponde a buenas marcas como Nike, Adidas, Desigual, Calzedonia, Lindt, L’Oreal, Mustang, pero sin pertenecer al segmento ‘premium’. “No tiene nada que ver”, dice, por ejemplo, Marta, vecina de Castelldefels, tras acudir al centro de Viladecans.
El nuevo outlet rompe de esta manera con la concepción de La Roca, que permite acceder a productos de lujo -para la mayoría inalcanzables- gracias a sus precios más asequibles. En el caso de Viladecans The Style Outlets viene a ser la institucionalización de las rebajas, unas rebajas que pasan a ser permanentes para todo el año pero sobre colecciones del anterior, lo que aporta menor valor añadido que su máximo competidor. “Quien quiera lujo, tendrá que seguir yendo a La Roca”, apunta a las puertas del centro Estefanía, residente en Barcelona.
La ventaja de Neinver es, sin embargo, la excelente ubicación. A diferencia del municipio madrileño de Las Rozas, en donde los dos centros comerciales están prácticamente al lado, en este caso, hay toda una área metropolitana de Barcelona en medio de los dos, lo que favorece a la familia Losantos, al estar al lado de la ciudad condal y su aeropuerto, ya que permitirá atraer a los turistas hasta en sus últimas horas de viaje. De hecho, el centro cuenta con enlaces directos en autobús con el centro de la ciudad, además de la primera oficina de turismo de la comarca (a excepción de la del aeropuerto), en donde también se podrá devolver el IVA a los extranjeros que lo soliciten. Con todo, la compañía estima, según el director general de Neinver España, Eduardo Ceballos, que pasarán por el outlet unos 2,7 millones de personas en su primer año.
¿Amenaza o...
Con 80 millones de inversión, el outlet es un coloso económico. Con esas previsiones de visitas, la duda radica en la afectación que puede tener en su entorno desde el punto de vista de los otros centros comerciales (a cien metros está el Vilamarina; a un kilómetro, Barnasud; a dos, el Alcampo de Sant Boi; y a pocos más el Ànec Blau de Castelldefels), pero también en relación con el comercio local del municipio que lo acoge, que es el más preocupado.
De hecho, el mismo jueves de la inauguración, la Xarxa de Comerciants de Viladecans organizó una jornada festiva en la que se leyó un manifiesto en defensa del comercio de proximidad de la ciudad: “El nuevo outlet lo valoramos mal. Reivindicamos el modelo catalán, un modelo donde el comercio da vida a cada ciudad y a su pueblo. Esto parece más ya el modelo francés, que entre pueblo y pueblo hay dos centros comerciales”, dice a El Llobregat, Esteve Blanch, presidente de la entidad. “Todos los sectores que están en el outlet pueden verse afectados, como textil o complementos. Te encuentras una cosa donde descaradamente los precios son inferiores y no hay un control. Estos sectores están ‘acojonados’, porque pueden perder clientela”.
Según Blanch, que insiste en un discurso positivo y constructivo, pero sin renunciar a sus reivindicaciones, llevan dos años trabajando en colaboración con el Ayuntamiento para pedir cambios: “Si tienen que venir dos o tres millones de personas, queremos que vengan al pueblo. Y para eso, tiene que estar señalizado. A día de hoy las señales al outlet están todas; pero las señales al patrimonio, a los comercios, a los museos o a otros puntos de interés de Viladecans no”. En este sentido, valoran positivamente la apuesta del gobierno local por la campaña Viladecans Experience, en la que participarán activamente desde la primera actividad: el mercado medieval. En cualquier caso, Blanch pide que no sea una campaña simbólica, sino “una labor continua y de fondo para atraer a la gente del outlet. Los visitantes no saben qué es Viladecans y se lo tenemos que dar a conocer”.
El presidente de la entidad reconoce que desde hace dos años -que saben seguro que iba a llegar el outlet- están trabajando para adaptarse al nuevo contexto, reformando los locales o aportando valor añadido a sus empresas: “Hemos creado un software a medida para fidelizar; hemos creado una app, ‘Tasta Viladecans’, para la hostelería de la ciudad, hemos logrado ayudas para abrirnos al ‘e-commerce’... Nos estamos adaptando poco a poco. Pero, luego, si vienes de noche al outlet parece Las Vegas. En cambio, nosotros, a partir de las 19 horas, tenemos una luz tenue pese a una reforma que se ha realizado. Tenemos una zona comercial tocada, sucia y que nos gustaría que fuera como la del outlet”.
Para hacer presión y resolver estas cuestiones, el territorio cuenta con la Mesa de Comercio del Baix Llobregat, que abraza a distintos actores implicados. En paralelo, la entidad ha recibido el apoyo de las asociaciones homólogas en las ciudades vecinas. Y es que el outlet no es una cuestión que afecte solo a Viladecans. Entidades comerciales de Gavà, Castelldefels, Sant Boi o Esplugues ya han mostrado su apoyo a la Xarxa de Comerciants de Viladecnas y su rechazo al nuevo centro comercial.
…oportunidad económica?
Ante la incertidumbre y la incógnita de la afectación del centro en su entorno, de momento, el ‘mantra’ económico de su apertura ha sido, precisamente, el denominador común de los distintos actores implicados, entre ellos, Generalitat de Catalunya y Ayuntamiento de Viladecans, que han coliderado el proyecto a través de un proceso de colaboración -que ambos han destacado como especialmente positiva- en el marco del Incasòl. “Viladecans y el área metropolitana de Barcelona necesitan inversiones privadas. Sin ellas, no hay economía ni ocupación. Con nuestro trabajo de planificación y urbanización hemos contribuido a hacerlo posible y estamos muy orgullosos”, dijo el conseller de Territori i Sostenibilitat, Josep Rull, durante la inauguración.
En este sentido se manifestaba el alcalde de Viladecans, Carles Ruiz: “Viladecans The Style Outlets es una nueva puerta de entrada a la ciudad y una oportunidad para los emprendedores locales y para la ocupación. […] Somos la única ciudad del Baix Llobregat que ha crecido en actividad económica en medio de una crisis profunda. La inversión de Neinver refuerza el proyecto que teníamos de centralidad económica y que nos sitúa entre las primeras ciudades, por no decir la primera, en la línea de salida de la recuperación económica”.
Y es que el outlet ha representado, de entrada, unos 600 nuevos puestos de trabajos que, según Ceballos, ascenderán a los 1.300 puestos entre directos e indirectos cuando acabe la segunda fase. Por ello, los sindicatos mayoritarios, en su representación comarcal, se lanzan a valorar como “oportunidad” esta inversión, aunque con cautela: “Cuando se apuesta por el Baix Llobregat y por su gente con una inversión privada con apoyo de la inversión pública, pues, es una buena noticia. Sobre todo, si crea ocupación”, dice Toni Mora, secretario general de Comisiones Obreras en el Baix Llobregat. “Ahora tenemos que ver que el empleo sea de calidad, que la gente pueda conciliar su vida laboral y personal”.
De la misma manera, Carlos de Pablo, secretario comarcal de UGT Baix Llobregat, califica el outlet de “oportunidad en un principio. Todo el proceso se ha llevado de manera bastante razonable por parte de la administración, en este caso, de la corporación municipal de Viladecans. Viene una empresa que tiene una experiencia contrastada en el sector y es una oportunidad donde se va a crear empleo y riqueza”, dice De Pablo, mientras defiende la aplicación de los convenios colectivos para respetar la calidad del empleo. En este sentido, habla también de hacer una “competencia leal” y que, si es así, “no debería haber ningún problema; la convivencia es posible y hay ejemplos en entornos cercanos como La Roca”, asegura el sindicalista.
Mora, por su parte, cree también que el outlet no tendría que ser ninguna amenaza: “Todos pueden tener su segmento. Entiendo que los comerciantes estén preocupados y es papel de la administración explicarlo y que haya una buena comunicación. Luego, ya veremos cómo se desarrolla el proyecto económico. Hoy (por el día de la inauguración) es un día de empuje y lo que tenemos que hacer es un seguimiento. De momento, la cosa va bien, tenemos que ver si genera trabajo de calidad y no afecta a otros sectores que funcionan en la comarca”.
En cualquier caso, todo está por ver. Según Eduardo Ceballos, “la vocación de Neinver es de un compromiso a largo plazo con la comunidad local, las instituciones y las administraciones públicas, los agentes locales y el tejido empresarial y comercial de la zona, para seguir colaborando en esta nueva etapa”. Una nueva etapa que ya cuenta con un total de 19.800 metros cuadrados de superficie, que se ampliará –en uno de los ‘corners’ del actual centro- hasta los 26.500 metros cuadrados con la segunda fase. III
Territori amplía la frecuencia de Cercanías en fines de semana
Una de las asignaturas pendientes sigue siendo la movilidad de la ciudad, sobre todo, en cuanto la red ferroviaria. En este sentido, el Departament de Territori i Sostenibilitat incrementará los servicios de Cercanías en Viladecans con 58 nuevos trenes que responden al aumento de la demanda del nuevo centro comercial.
Por este motivo, de hecho, la medida afectará sólo a los fines de semana y festivos y no a las frecuencias de los días laborables, tal y como pide el Ayuntamiento de Viladecans.
El servicio pasará de los 36 trenes en dirección a Vilanova i la Geltrú y 39 en dirección a Barcelona que hay actualmente a 65 y 68, respectivamente. Esta medida, que se pondrá en marcha la primera quincena de noviembre, permitirá disponer de cuatro trenes cada hora y de una oferta global de 133 frecuencias. En cuanto a los días laborables, se mantiene la oferta de trenes actuales, es decir, 64 trenes en dirección a Barcelona y 71 trenes en dirección Vilanova. Esto mantiene el agravio en Viladecans que, pese a ser la ciudad con más habitantes de la línea R2 Sur, ve como paran porcentualmente menos trenes que en el resto.
Posibles soluciones
El Ayuntamiento reclama que paren todos los trenes, también, entre semana; pero ahora retrasaría todo el alto tráfico de la línea y, por tanto, Territori i Sostenibilitat no lo ve con buenos ojos. La solución depende de la variante de Vandellòs (Tarragona) que, según la Generalitat, permitirá reducir los trenes de largo recorrido en la R2 y, por tanto, hacer una reformulación de los horarios. Según el Gobierno local, podría haber novedades a partir de mayo de 2017.
La otra posible solución es aún más compleja, ya que se trata del conocido como Metro del Delta, una nueva conexión ferroviaria entre Castelldefels y Cornellà. Conexión que sigue en el olvido. Esta reivindicación, latente desde 2011, ha ido estos años ‘in crescendo’ ante la progresiva recuperación económica. Ahora, ante la apertura del ‘outlet’ y el desarrollo de la nueva zona de Ca n’Alemany, la mejora de la conectividad parece automáticamente imprescindible. III