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Construir rascacielos, alternativa barata de “coliving”
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Construir rascacielos, alternativa barata de “coliving”

Por Joan Carles Valero
viernes 02 de noviembre de 2018, 01:56h
Dos problemas centran la atención de los ciudadanos de L’Hospitalet y el Baix Llobregat: ¿Dónde podrán vivir los jóvenes y los ancianos dependientes al ritmo que suben los precios en la primera y segunda corona metropolitana? La respuesta para ambos colectivos que se ven perjudicados por el contagio de Barcelona en el alza de los precios, pasa por irse lejos de donde ahora viven, porque encontrarán viviendas más accesibles cuantos más kilómetros se alejen hacia el norte de la comarca u otras zonas del interior de Cataluña.

Una solución para las generaciones de “millennials” y de los niños de la posguerra consiste en construir en vertical y compartir espacios.

La multinacional Nestlé ha cerrado en Suiza su área de informática y tecnologías de la información para centralizar en su sede de Esplugues todas las actividades digitales de la mayor compañía de alimentación del mundo. La decisión comporta la llegada a nuestra comarca de talento joven procedente de todo el mundo para potenciar la relación de la empresa con los consumidores a través de las redes sociales el marketing digital y el comercio electrónico. ¿Dónde vivirán estos “millenials”?

La pujanza de la generación digital acapara la atención de las empresas, pero también la tienen en cuenta los políticos, por ejemplo, para facilitar el acceso a la vivienda a nuestros jóvenes más talentosos e impedir así que emigren. Por eso el Consorci de la Zona Franca de Barcelona (CZFB) planea construir un barrio para acoger y arraigar el talento de la generación nómada digital. Un barrio donde los edificios compartan espacios de servicios y de trabajo (coworking) y también de vida personal o “coliving”, para que las ideas broten mientras se hace la colada o los proyectos se doren al calor de una barbacoa en una socializada terraza, como el resto de los servicios comunes. Y a la caída de la noche, cada gorrión a su nido. Todo ello a precios más reducidos y combatiendo el aislamiento que supone trabajar en soledad frente a la pantalla del ordenador.

Residencias de la tercera edad posmodernas
La iniciativa pública de “coliving” necesitará de la colaboración privada para hacerse realidad. El barrio “millennial” vendrá a ser como las residencias de la tercera edad posmodernas. No esas cutres donde se maltrata a los ancianos, sino las que tienen servicios comunes de cinco estrellas y que son un pingüe negocio del sector inmobiliario y de servicios. No hay que olvidar que los mayores suelen tener patrimonio. Y si la pensión o los ahorros escasean, existe la hipoteca inversa. Otro tipo de residencia es el que Prytanis planea en L’Hospitalet junto a la plaza Europa, con un centenar de plazas públicas y 44 privadas. La compañía, que también tiene centros en Sant Boi, levantará su segundo centro tras el que dispone desde 2002 también en L’Hospitalet.

Tanto para los “millennials” como para los “niños de la posguerra” los precios residenciales en el área metropolitana resultan prohibitivos. Por eso Pere Navarro, delegado del Estado en el CZFB proyecta la construcción de una promoción de viviendas para “millennials” en la que se pueda compartir el hogar y el trabajo. El proyecto se ubicará en el barcelonés barrio de La Marina, entre las instalaciones de Fira de Barcelona, la Ronda Litoral y el Paseo de la Zona Franca, y Navarro busca instituciones públicas y privadas que le ayuden a sacar adelante lo que será un proyecto de vivienda asequible en la frontera de Barcelona y L’Hospitalet.

Quien fuera primer secretario del PSC cree que “hay una necesidad de que los jóvenes talentos puedan quedarse en el entorno metropolitano y no ser expulsados, como ocurre ahora” y apunta que este proyecto pueda hacerse realidad en el horizonte del año 2020. Como la promoción de la vivienda es cara, empezando por el precio del suelo, Navarro considera que “hace falta un gran acuerdo entre el sector público y el sector privado a la hora de planificar, para saber cuánta vivienda hace falta, qué demanda y oferta hay y qué ponemos sobre la mesa tanto de venta como de alquiler”. En ese sentido, señala la necesidad de abrir un debate para examinar el problema en profundidad y tomar medidas para hacer asequible el derecho a la vivienda, tanto de compra como de alquiler. Medidas como elevar la construcción en altura en algunos puntos del área metropolitana, resulta una alternativa que “nos permitiría disponer de más espacios libres” en el resto de las ciudades.

Estimulante día a día en sociedad
Los rascacielos podrían ser barrios verticales con servicios comunes para trabajar y relacionarse. Una especie de Walden 7 digital. Porque los espacios no son solo metros cuadrados. Son lugares donde surgen las ideas, se desarrollan los proyectos y se hacen realidad los sueños. Varias ciudades del mundo ya disponen de edificios donde sus habitantes comparten vivienda y lugar de trabajo.

En las zonas comunes ubicadas en las plantas inferiores (comedor, lavandería, zonas de trabajo, sala de estar y cocina) se vive un estimulante día a día en sociedad. En las plantas superiores del inmueble se sitúan las viviendas tipo estudio, donde discurren las escenas más privadas. Así es el “coliving” que también experimentan los mayores en residencias donde se mantienen activos y se les garantiza todo tipo de servicios. Me uno a Navarro en favor de construir rascacielos para solucionar el acceso a la vivienda. Compartir los servicios siempre es más barato que no hacerlo. Y la repercusión del precio del suelo siempre será menor si se construye más en altura. Tengamos altura de miras.

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