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Acosadas
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Acosadas

Por Olga Puertas Balcell
miércoles 14 de noviembre de 2018, 17:58h
Muchas creemos que visitar un Centro Cívico municipal en Sant Andreu, de Barcelona no debería revestir riesgos, ni peligro por supuesto, puesto que son lugares de ocio donde se reúnen los vecinos para actividades inocuas y placenteras.

Lugares en suma de grata frecuentación ciudadana. Abiertos y tolerantes, lugares donde se asegura la libertad de expresión y que son templos de diálogo y cultura popular.

Sin embargo al acercarnos a sus aledaños, empezamos a oír gritos y bocinazos; tampoco nada especial en los últimos tiempos de protestas, huelgas e incidencias diversas en la vía pública, así pues seguimos casi bromeando hasta ver una numerosa dotación de fornidos “mossos” que equipados con todo su armamento y completo utillaje individual, flanqueaban los exteriores del edificio. Lazos plásticos amarillos.

Frente a ellos una turba de una treintena de personas con pancartas y banderas se mantenía a corta distancia, dificultando el acceso al Centro cívico.

Los guardias se mantenían impasibles, relajados, sin mayor atención ni alerta, en un callejón próximo sus lustrosas camionetas azules, prontas a irse a tareas más difíciles.

Muchos ciudadanos aguardaban, la apertura de la sala de actos, para asistir a la presentación de un libro.

Es sorprendente que para la presentación de un libro en nuestra ciudad en crisis, se produzca tanta expectación. Era un hecho: más de 200 personas.

El interés de la cita: Manuel Valls, candidato a alcalde de Barcelona, presentaba su libro: Barcelona, vuelvo a casa. Fuera los CDR le recibían con gritos y amenazas. El acto empezó con ligero retraso; Sabino Méndez, músico y compositor del grupo rock “Los trogloditas” se reconoció como el vecino de la casa próxima de Valls en Horta, con parecida edad y amigos comunes del Tenis Horta y el “bar Quimet” como pruebas del arraigo de Valls a su barrio natal Horta y a su ciudad, Barcelona.

Sabino habló del pediatra francés que necesitó 4 años para conocer BCN. No es el caso de Valls con familia y largos veraneos en su ciudad. Conoce su ciudad y ha sido alcalde exitoso 11 años de la ciudad suburbana de Évry. Ministro y Primer ministro. Pas mal!

Valls dialogó con Sabino de la decadencia barcelonesa con Colau, de la pérdida de importancia respecto a Madrid, DF que Sabino comparó con Méjico DF , enorme y creciente.

Barcelona, dijo Valls debe expandirse, dado su “encaje”, por el Área metropolitana, creando prosperidad para sus municipios vecinos.

Hablaron de una cosmopolita Ciudad-Estado abierta, tolerante, amiga del turismo y del

Inversor y con una necesaria descomprensión separatista. Bilingüe. El colofón sería lograr una capitalidad cultural del Mediterráneo, siendo Barcelona clave con el choque demográfico africano que debería modularse con fuertes inversiones desde la adormecida sede de UpM en la ciudad. Líderes vecinales del Raval y el Gòtic, aplaudían las alusiones a la inseguridad ciudadana que flagela a las clases populares y medias. Valls, nos recordó la breve -etapa democrática- de la Humanidad, segundos… Fuera los gritos y bocinas, tapados por los aplausos finales. Firma de libros y la sensación al salir de –acosadas- por simplemente haber asistido a la presentación de un libro, con dos amigos de Horta que se recordaban más jóvenes. ¿Era justo, era lícito en una ciudad liberal, acosar a los amigos de los libros?. Un patinete nos esquivó por poco.

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