El local, ubicado en el barrio de Can Serra, estaba compartimentado en habitaciones con camas de matrimonio.
Una inspección municipal, formada por agentes de la Guardia Urbana, cesó la actividad del negocio después de personarse en el centro y constatar que no se estaba llevando a cabo la actividad de peluquería y centro de estética para la cual tenía licencia. La inspecció se impulsó tras las reiteradas quejas vecinales.
El local está ubicado en la calle Molí del barrio de Can Serra, tiene 40 metros cuadrados y está compartimentado en ocho habitaciones numeradas, equipadas con camas de matrimonio, ducha e iluminadas con luz roja, además de una sala de estar, lavabos y un almacén.
En el momento de la inspección había tres mujeres de nacionalidad china en el interior del establecimiento.