Los animales han sido depositados cautelarmente en el Zoológico de Barcelona y en el Centro de Recuperación de Anfibios y Reptiles de Cataluña. Los agentes de la Guardia Civil detectaron a las 76 crías de tortuga en la maleta de un ciudadano italiano que procedía de las Islas Seychelles y que había hecho escala en Doha.
Los agentes hicieron la comprobación pertinente con el Servicio Oficial de Inspección, Vigilancia y Regulación de Exportaciones (SOIVRE) del Ministerio de Industria, Comercio y Turismo, quienes identificaron a los reptiles como ejemplares de la especie protegida Aldabrachelys gigantea. Se trata de una tortuga originaria de las Seychelles y que está considerada como una de las más grandes del mundo. De hecho, puede alcanzar los 250 kilogramos en su edad adulta, y llegar a los 165 años de vida. Esta especie está protegida por la Convención sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestres (CITES), al ser considerada como vulnerable.
Agentes del Seprona se hicieron cargo del caso tras la incautación y, tras depositar a las crías en el parque zoológico y el Centro de Recuperación de Anfibios y Reptiles de Cataluña, instruyeron diligencias para su remisión a la Fiscalía Provincial de Medioambiente. Esta es la mayor intervención de tortugas de esta especia protegida en España.