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Una imagen de las actividades que forman parte del programa 'Escacs a l'escola', que se implementa desde hace unos años en la escuela Jaume Balmes de El Prat
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Una imagen de las actividades que forman parte del programa 'Escacs a l'escola', que se implementa desde hace unos años en la escuela Jaume Balmes de El Prat (Foto: Escola Jaume Balmes)

Observar, pensar y actuar: el ajedrez, la receta contra el suspenso

viernes 06 de diciembre de 2019, 09:00h
El Llobregat y la Federación Catalana trabajan para introducir este deporte en las aulas, puesto que diversos estudios apuntan a que ayuda a mejorar el rendimiento escolar y mental.

Observar, pensar y luego actuar. ¿Cuántos conflictos no llegarían a tal categoría si todos nos aplicásemos esta simple regla de vida? Pues bien, ese el lema de la Federación Catalana de Ajedrez (FCE), que bien puede ser aplicado tanto en el tablero como en nuestro día a día. Durante el juego es básico, puesto que cualquier movimiento en falso puede dar al traste con nuestras expectativas. Pero cada vez en más ámbitos entienden que la observación y la toma de decisiones en base a unos imputs recogidos pueden ayudar en el día a día de las personas. Desde la educación hasta el mundo de la empresa, pasando por la medicina o la reinserción, el ajedrez es una herramienta de ayuda para mejorar en esos aspectos. En el marco de la celebración del primer El Llobregat Open Chess en El Prat, esta publicación ha charlado con varios expertos en la materia para constatar el impacto social que ya está teniendo en el Baix Llobregat este juego milenario que copa numerosos proyectos innovadores en diversos campos.

La introducción en las escuelas
Quizá en el ámbito en el que el impacto del ajedrez es mayor es en las escuelas. Los alumnos jóvenes, auténticas esponjas de conocimiento e información, se pueden beneficiar de la práctica de este deporte de muchas maneras. Según un estudio de la Universidad de Trier (Alemania), reducir una hora de matemáticas y substituirla por otra de ajedrez mejoró los resultados de los escolares en esta asignatura. En esta línea, en Nueva York se demostró que los niños que juegan al ajedrez leen mejor, ya que este deporte desarrolla y potencia la capacidad de concentración, un valor necesario para jugar y, a su vez, para la vida en general. Y más en un mundo en el que recibimos muchos imputs y vivimos amorrados a las pantallas. En especial los más peques de la casa, con móviles y tabletas electrónicas.

Por todo ello, desde la FCE llevan años trabajando para introducir el ajedrez en los colegios. Ya no solo como una materia o asignatura específica, que también, sino más bien a través de su aplicació práctica en las diferentes materias. “La idea es introducir el ajedrez en las escuelas como una herramienta transversal”, explica a esta publicación Josep Serra, vicepresidente de la FCE. Se trata de explicar geometría a través del movimiento de la torre o el alfil, lengua mediante la terminología de las piezas, psicomotricidad en escolares de P3 o incluso la tabla de multiplicar, con el tablero. “El hecho de que sea un juego es un recurso a favor”, reconoce Piedad Bodelón, directora de la escuela Jaume Balmes de El Prat, donde se lleva a cabo desde hace cinco años un innovador programa educativo que pone al ajedrez en el centro de la acción docente.

Se trata del programa ‘Escacs a l’escola’, una iniciativa de la FCE, en colaboración con las universidades Rovira i Virgili de Tarragona, la de Girona y la de Lleida, y fruto de un convenio con el departamento de Educación de la Generalitat. Participan más de 300 escuelas de toda Cataluña y está definido como un proyecto de innovación educativa. El departament de Educación pone los profesores y las escuelas de Primaria, mientras que la FCE se encarga de ofrecer una mínima formación en ajedrez a los docentes -en el marco de esta iniciativa se han formado ya más de un millar de profesores-. De hecho, el programa ‘Escacs a l’escola’ no pretende tan solo enseñar a jugar al ajedrez o mejorar el juego de cada alumno, sino más bien aplicarlo a las diferentes asignaturas.

Los valores que aporta
Dicho programa ha mejorado los resultados de los alumnos. Pero no tan solo ayuda a maquillar currículums escolares, ya que el ‘Escacs a l’escola’ tiene una vertiente de desarrollo de valores asociados al respeto por el rival, al orden y a la aceptación del error. “Aprenden a que no pueden jugar hasta que su rival haya movido ficha, y a recoger una vez haya acabado la partida”, destaca Serra, que asegura que en los colegios que visita celebran el efecto que tiene el ajedrez sobre los alumnos, puesto que la sensación de orden es mayor.

Además, la fortaleza de este proyecto estriba en el hecho de que es el tutor o tutora quien lo desarrolla, sin la necesidad de contar con profesores externos que enseñen a jugar a ajedrez en una asignatura aislada. “El ajedrez está presente en toda la escuela”, asegura Bodelón, en referencia a la Jaume Balmes, donde todos los docentes muestran su compromiso con una iniciativa por la que se interesó el mismo cónsul de Emiratos Árabes, que visitó la escuela. Bodelón celebra los resultados del programa, tanto en las notas como en la actitud de los alumnos, que aprenden valores socializadores importantes. Por todo ello, tienen la voluntad de hacer extensiva esta iniciativa relacionada con el ajedrez a toda la comunidad del barrio de Sant Cosme, donde está ubicado el centro educativo.

Por su parte, la responsable del área de ajedrez en la escuela de la FC, Marta Amigó, celebra el éxito del programa aunque pone de manifiesto que es necesario “seguir luchando” para conseguir que cada vez sean más las escuelas que vean en este deporte una oportunidad para sus pupilos y maestros.

Por último, Serra anuncia que están ultimando un proyecto europeo que culminará en un libro sobre ajedrez que introducirán en escuelas del continente. Se está llevando a cabo en colaboración con ciudades de Portugal, Letonia o Cerdeña, y su temática es el movimiento de las fichas desde un punto de vista docente, aplicado a diferentes materias, en la línea del ‘Escacs a l’escola’. El propio Serra participará, de hecho, en una charla el 9 de noviembre en El Prat sobre esta iniciativa de alcance catalán relacionada con este deporte milenario.

Una ayuda a la reinserción
Los beneficios del ajedrez, no obstante, no se limitan al ámbito escolar. Serra explica que están comenzando a llevar a cabo acciones en centros penitenciarios, con el mismo espíritu de ‘observo, pienso y juego’, como ayuda a la reinserción en la sociedad. La idea es que los presos jueguen a ajedrez en prisión y que cuando salgan puedan enrolarse en equipos como apoyo en su reinserción.

Más allá de este uso social, el ajedrez puede ofrecer beneficios relacionados incluso con la salud. Es el caso de las personas mayores, que practicando este deporte ayudan a prevenir el alzheimer y mantenerse en forma mentalmente. Por otro lado, el ajedrez les sirve para volver a conectar con las generaciones más jóvenes. En este sentido, Serra destaca que en algunos centros de gente mayor y residencias están introduciendo canciones relacionadas con el ajedrez, para que luego las canten con sus nietos. Y, según dice, parece que tiene éxito, puesto que los mayores preguntan por más tonadas para enseñarlas a sus descendientes. “Al final es aprovechar el ajedrez para adaptarlo a la situación de cada uno y ser felices”, destaca Serra.

Diferentes aplicaciones que van más allá de la competición pura y dura que, por otra parte, convierten al Baix, y en concreto El Prat, en el epicentro del ajedrez durante una semana con El Llobregat Open Chess.

“En ajedrez todos son iguales”, el caso de la Jaume Balmes

Hace ya cinco años que la escuela Jaume Balmes de Sant Cosme, en El Prat, está inmersa en un mundo milenario en blanco y negro. No por lo antiguo del asunto, que también, sino porque el ajedrez está presente en todo el centro. Así lo explica Piedad Bodelón, directora de la escuela, que celebra los valores que el ajedrez ayuda a implementar: respeto, paciencia, concentración y convivencia, entre otros.

Sobre este último punto, Bodelón recuerda que la Jaume Balmes es una escuela de “alta complejidad”, por la diversidad de procedencias de sus alumnos. Algunos de ellos, hijos de inmigrantes, no han comenzado a soltarse con el castellano o el catalán que ya han aprendido a mover las fichas del ajedrez. Y eso si no vienen enseñados de casa. “En el ajedrez todos son iguales”, destaca Bodelón, que asegura que muchos niños se piden un tablero y las fichas del ajedrez para Reyes. El programa ‘Escacs a l’escola’ permite promover el valor, además, del respeto y la paciencia, puesto que se trata de un deporte que, para actuar, has de esperar, primero, a que juegue tu rival. Y en base a ese movimiento, observar, pensar y, seguidamente, volver a jugar. El ajedrez se convierte en una herramienta transversal para todas las materias, aunque también hay espacio para extraescolares dedicadas concretamente a jugar al ajedrez y mejorar la táctica y estrategia.

La implantación de este deporte va incluso más allá del tablero. De hecho, lo multiplica a escala. Y es que la Jaume Balmes ha disputado recientemente una partida de ajedrez humano contra el instituto Baldiri Guilera, un enfrentamiento que se repetirá pronto. Una manera, además, de potenciar la relación de las escuelas.

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