Se trata de la octava parada de la Línea 10 Sud que entre en funcionamiento, tras la puesta de largo de la parada de Ciutat de la Justícia.
La esperada parada de metro de Zona Franca de la L10 Sud del metro es una realidad desde el sábado. Es la número 159 de la red de metro y está previsto que registre 3.600 viajeros al día, muchos de ellos trabajadores del polígono industrial, que se sumarán a los 18.000 que tiene la línea actualmente. Además, se ahorrarán emisiones de CO2 a la atmósfera -en concreto, 265 toneladas al año- y contará con placas solares.
Es la primera estación, de un conjunto de cuatro en el trazado de la L10, que discurre en superficie y se eleva en un viaducto a lo largo de la calle de la Letra A de Zona Franca, en una recta de unos tres kilómetros. Al tratarse de una estación elevada, su configuración es completamente diferente a las del resto de la línea, que están soterradas. La nueva parada de Zona Franca cuenta con tres niveles diferenciados: el vestíbulo de la planta baja, los andenes en la primera planta y las salas técnicas en el tercer piso. Dispone de dos entradas a pie desde la calle A, y la conexión con el andén, que es central y tiene 9,6 metros de altura y 120 metros de longitud.
A la presentación acudieron el presidente de la Generalitat, Quim Torra; el vicepresidente del Govern, Pere Aragonès; la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau; la regidora barcelonesa de Movilidad, Rosa Alarcón, y el conseller de Territori, Damià Calvet. Aprovechando la presentación, Torra ha pedido más inversiones en Rodalies y que el Estado "cumpla con sus deudas" en la red ferroviarias.