El alcalde de Sant Andreu de la Barca, Enric Llorca, ha estado presente en el inicio del desmantelamiento del equipamiento medicalizado en el que se había reconvertido el Hotel Bristol de la ciudad para que funcionara como un hospital de confinamiento para pacientes menos graves afectados por el coronavirus pero que, tristemente, nunca ha entrado en servicio. Y lo ha hecho pidiendo disculpas a sus convecinos por no haber logrado el objetivo: “Quiero pedir disculpas a esas personas que deberían haber sido atendidas aquí y no lo han sido”, ha señalado el alcalde.
“La Conselleria de Salut no ha querido abrirlo sabiendo que era necesario y que podía ayudar y atender a nuestros vecinos”, ha lamentado Llorca.El alcalde ha insistido en que desde el municipio “nos hemos dejado la piel y lo hemos intentado todo” para que se atendieran las necesidades de la población, y el hotel medicalizado atendiera a “personas covid positivas, evitando así que pusieran en peligro a los familiares con las que convivían”.
Visiblemente enfadado, Enric Llorca ha cargado las tintas contra la Generalitat porque tiene “a algunos responsables insensibles, incompetentes y que no han actuado como la situación requería”. Llorca ha matizado que sus palabras no eran un ataque a la institución autonómica sino “a responsables políticos que han despreciado nuestra ayuda y la han justificado en base a mentiras”.
Mano tendida al diálogo
El primer edil de Sant Andreu ha incidido en que el hotel medicalizado “era necesario y hubiera ayudado a muchas personas. Y los que estamos en primera línea atendiendo a los enfermos lo sabemos”. Pese al malestar, Llorca a tender una mano al President de la Generalitat, Quim Torra, porque el ayuntamiento de la ciudad seguirá “abierto al diálogo”.
“Hoy es un día triste. Ese hotel era un símbolo de esperanza en momentos muy duros y un recurso sanitario que ha sido despreciado”, ha concluido Llorca.
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