El Ayuntamiento de Castelldefels está impulsando un paquete de medidas para minimizar el impacto que la crisis sanitaria y económica del coronavirus está ocasionando a los establecimientos de hostelería de la localidad, coincidiendo con la entrada de la ciudad en la fase 1 de la desescalada. Eso ha permitido que los chiringuitos se están ya acondicionando para poder abrir lo más pronto posible, siempre cumpliendo con las restricciones por motivos de seguridad.
La alcaldesa Castelldefels, Maria Miranda, ha afirmado que “sabemos los difíciles momentos por los que pasa el sector de la restauración y el turismo después de más de dos meses de parada, y desde el gobierno de la ciudad nos hemos querido implicar al máximo con ellos, para paliar las consecuencias”. La regidora de Playas, Clara Quirante, también ha señalado que “después de tantos meses de confinamiento a todos nos apetece disfrutar de la playa, y lo podremos hacer con todas las garantías, y en este sentido hemos trabajado con los representantes de los chiringuitos de temporada para que sea así”.
Además de la adecuación de las tasas al tiempo de apertura (que irá en función del decreto de alarma y la desescalada), el ayuntamiento ha decidido que los chiringuitos no estén obligados a contribuir económicamente con los gastos de gestión y promoción de la playa, como estaba establecido en los pliegos de las licencias.
Petición de ampliación
El consistorio ha solicitado a la Dirección General de Ordenación del Territorio y Urbanismo, Departamento de Territorio y Sostenibilidad de la Generalitat de Cataluña (que es quien tiene las competencias) que permita a los chiringuitos ampliar las terrazas para compensar la reducción de aforo que tendrán que efectuar para que se cumpla con las medidas de distanciamiento social.
Si (
No(
