Las mejoras de la red logística, con cambios en el centro de distribución de Abrera y la construcción de una nueva plataforma de productos frescos en El Prat han sido claves para conseguir unos buenos resultados económicos en plena reestructuración de la compañía.
La cadena Caprabo ha cerrado el ejercicio contable de 2019 con una facturación de 790 millones de euros, una cifra que -pese a ser un 13% más baja que la de 2018- se considera un buen resultado si se tiene en cuenta que la compañía se está redimensionando. La cifra de ventas se debe, en buena parte, a la adecuación del perímetro de compañía, que ahora concentra su negocio en Catalunya y Andorra, “con un total de 29 tiendas menos (10% de la red total)”, han explicado fuentes de la marca.
Lo más destacado de Caprabo durante 2019 ha sido el impulso de tres de las iniciativas que forman parte de su plan estratégico diseñado para “ganar eficiencia, competitividad y conquistar cuota de mercado”, han explicado fuentes de Caprabo. Se trata de la transformación total de la red supermercados para adaptarlos a un renovado modelo de establecimiento de nueva generación; la reforma de la red logística (con cambios en el centro de distribución de Abrera) y con la construcción de la nueva plataforma que solo gestionará productos frescos en El Prat.
El siguiente paso en el desarrollo de la cadena será la puesta en marcha de un plan de expansión con nuevas aperturas de supermercados en ubicaciones estratégicas. Durante el año pasado se estrenaron 12 nuevos establecimientos. La cifra actual de supermercados en funcionamiento es de 303, que dan trabajo a más de 6.000 personas.
200.000 compradores diarios
Cada día, más de 200.000 personas compran en los supermercados Caprabo –muchas de ellas en el Baix Llobregat y L’Hospitalet- y más de un millón de clientes disponen de la tarjeta de fidelización.