Castelldefels amenaza con denunciar judicialmente a la ACA por los vertidos de aguas residuales al mar

En Castelldefels están hartos de que cada vez que llueve, las cloacas de la ciudad acaben desembocando directamente en el mar. La última vez las aguas residuales han acabado en la playa y en el estanque de la Olla del Rei ha sido con las intensas lluvias de la noche de este miércoles 15 de julio, para disgusto de los vecinos. Por este motivo, el Ayuntamiento de Castelldefels ha lanzado un ultimátum a la Agencia Catalana de l’Aigua (ACA), responsable del desaguisado: o se soluciona el problema o se verán las caras en los tribunales.

El consistorio ha anunciado que si no se erradica la problemática “se emprenderán acciones legales” contra la ACA. Sin ningún tipo de miramiento. “Hacen falta soluciones urgentes”, ha exigido el consistorio que preside la alcaldesa María Miranda (PSC). No es la primera vez que el municipio amenaza con demandar a la ACA y al Àrea Metropolitana de Barcelona (AMB), que son las dos administraciones que tienen las competencias para ejecutar las mejoras hidráulicas que se necesitan para impedir que las aguas “grises” acaben en el mar, porque la red de alcantarillado acaba desbordada por el agua sucia que proviene de las cloacas en caso de lluvias o temporal.

Recientemente, la Generalitat reconoció la necesidad de construir la estación de bombeo de aguas pluviales que el Ayuntamiento reclama desde hace tiempo. Esta instalación ayudará a gestionar el drenaje para que el sistema funcione a pleno rendimiento y las afectaciones por inundaciones duren poco tiempo. Además, contribuirá a la protección y preservación del estanque Olla del Rei y beneficiará a la red de riego del Parc Agrari del Baix Llobregat.

Un nuevo tubo de impulsión

La otra medida posible para acabar con el problema es la construcción de un nuevo tubo de impulsión, el elemento que conduce las aguas residuales de Castelldefels, las Botigues de Sitges y parte de Gavà Mar hasta la estación depuradora de Gava-Viladecans. La tubería actual acumula un gran número de incidencias en los últimos años y si se reemplazara sería más fácil reparar las averías y se dispondría de una canalización secundaria de reserva.

Pero la promesa de la Generalitat no ha contentado al gobierno de Miranda, que insiste en que se necesitan “soluciones a más corto plazo”, ya que tanto la estación de bombeo como el tubo de impulsión son medidas que no se harán realidad hasta finales de 2022.