Las secuelas económicas del covid-19 se curan con la condonación de impuestos y las ayudas directas

Y área metropolitana de Barcelona y su zona de influencia en el eje del río Llobregat, el territorio que impulsa el motor económico catalán, tampoco es inmune a la pandemia. “Son muy pocas las empresas (del Baix y L’Hospitalet) que pueden decir que el covid-19 no les ha afectado”, reconoce Neus Olea, responsable de Relaciones Externas de la patronal comarcal AEBALL.

Más bien al contrario, los daños en el tejido productivo empiezan a ser cuantiosos. “Ya son muy visibles las secuelas de la crisis en sectores como el comercio, la restauración o el turismo, todos ellos muy importantes para el Baix Llobregat”, reconoce Olea. Pero la cosa no se queda ahí, advierte la responsable de Relaciones Externas de AEBALL porque “otros muchos sectores también están sufriendo las consecuencias de la pandemia porque la economía es un ecosistema, una red”, precisa Neus Olea. El diagnóstico de AEBALL también es compartido por PIMEC, la otra patronal comarcal.

Pero igual que se trabaja con una vacuna y con diferentes fármacos para vencer al coronavirus, también existe una cura “prioritaria” para los daños colaterales causados por el covid-19 en el tejido empresarial de la comarca. Una cura cuya eficiencia y generalización solo está en manos de las diferentes administraciones españolas, empezando por la del Estado, pasando por la autonómica y acabando en los ayuntamientos.

Flexibilizar los ERTE
Joan Soler, presidente de PIMEC Baix Llobregat-L'Hospitalet explica que, si se quiere evitar que la economía de la comarca se vaya al traste de forma inmediata, las administraciones pertinentes deben “conceder ayudas económicas directas a pymes y autónomos, condonar impuestos, ampliar y flexibilizar los ERTE -tanto en tiempo de duración como en bonificaciones- e impulsar la demanda de proximidad”.

Olea también considera imprescindible que desde las administraciones se tomen medidas “para ayudar a todas las empresas del Baix Llobregat, incluidas las pymes y los autónomos”. Asimismo, AEBALL considera que es igual de necesario para la reactivación económica que se incentive a los sectores estratégicos de la comarca (como la automoción) para que se aprovechen “de las nuevas oportunidades”, asiente la portavoz de la patronal. Y en paralelo, “hay que enfocar las ayudas hacia los sectores más vulnerables en la actual situación, la agricultura y el turismo”, sin olvida al pequeño comercio, de gestión familiar.

Negociación colectiva

La responsable de Relaciones Externas de AEBALL propone que se promuevan “políticas para fortalecer el tejido empresarial y ayudar a las empresas (y autónomos) a mantener su actividad y, por lo tanto, los puestos de trabajo y también a generar nuevo empleos”. Sin olvidar el respaldo necesario “para preservar la salud y la seguridad de los trabajadores, los usuarios y los clientes”, añade. Una de las claves para que no se derrumbe el debilitado castillo de naipes económico comarcal es que empresas y trabajadores se conciencien de que están en la misma guerra. “Hay que preparar a las empresas para lo que se avecina y ayudarlas a ser flexibles. Por eso cobra ahora más importancia que nunca la negociación colectiva”, sostiene Neus Olea

La portavoz de la patronal comarcal asegura que son más de uno los casos de compañías “que han podido encarar con fuerza esta nueva situación y adaptarse a ella gracias a los acuerdos alcanzados con los trabajadores”. “Son ejemplos de como gracias a la colaboración y la concertación, somos más fuertes”, recalca Olea.

Las pensiones, a debate

Desde los sindicatos se comparte esta visión, que hacen extensiva a todo el debate social. Josep M. Romero Velarde, Secretario General de CCOO del Baix Llobregat, Alt Penedès, Anoia i Garraf emplaza a los diferentes gobiernos implicados y a los agentes sociales “a activar la concertación social y poner en común una agenda que incorpore el debate sobre las pensiones”.

La maleabilidad que se reclama para las relaciones laborales también deberá aplicarse al propio Pacto del Baix Llobregat, la hoja de ruta con ocho estrategias y 43 medidas consensuadas por el Consell comarcal, los ayuntamientos, y los agentes sociales del Baix. Sobre todo, teniendo en cuenta que se avecina una más que probable segunda gran oleada de rebrotes del coronavirus. “El plan deberá irse adaptando a las circunstancias de cada momento. Por eso es necesario que sea flexible y establezca directrices”, sentencia Joan Soler”.