Una barrera artificial para regenerar el litoral del Baix

En paralelo a la costa del Baix Llobregat hay una barrera arenosa, sumergida a unos siete metros de profundidad, que hasta ahora funcionaba como un almacén natural que abastecía de arena a las playas después de que los temporales de Levante o de Garbí se la llevaran. Ahora este banco de arena “ha desaparecido o ya no funciona”, revela Juan Ramon Lucena. La ampliación del Port de Barcelona también podría haber contribuido a la consolidación del fenómeno.
Este cambio podría ser uno de los causantes de la alarmante regresión de las playas de la comarca, pero tampoco está claro. En la población costera de Sète, en el sur de Francia, sufrían un problema similar que han solucionado fabricando una barrera artificial de material geotextil -diseñada y dimensionada por ingenieros y expertos medioambientales- y sumergiéndola a unos metros de la costa.
Lucena plantea construir una barrera artificial similar en el Delta del Llobregat para atajar la lenta, pero, a la larga, inapelable desaparición de las playas de El Prat, Viladecans, Gavà y Castelldefels. “Habría que hacer un estudio, con diferentes pruebas piloto, hasta que se dé con la solución definitiva que consiga revertir la situación y hacer que la arena arrasada por el mar regrese a la playa después de los temporales”, propone el técnico medioambiental.
El experto de Viladecans sostiene que la realización de las pruebas piloto no solo tendría un bajo impacto medioambiental, sino que tampoco requeriría una gran inversión porque el material geotextil es muy asequible. “Hay que actuar ahora porque si nos esperamos es muy posible que ya nos hayamos quedado sin playas”, advierte Lucena.

La draga ya no es suficiente
La pérdida de costa se había compensado hasta ahora con la utilización de una draga que rellena de arena las playas de Gavà y El Prat, financiada por el Área metropolitana de Barcelona (AMB). Pero el sistema “ya no es suficiente”, precisa el técnico de Viladecans, porque de un año para otro la arena desaparece, igual que el dinero invertido por el AMB.
A la vista de estos resultados, argumenta Juan Ramón Lucena, la única solución para evitar la extinción prematura de las playas del Baix Llobregat es “monitorizar la dinámica marina y tratar de corregirla”, por ejemplo, con el sistema de barreras artificiales utilizado en Sète. El técnico propone que las pruebas piloto con material geotextil se financien aprovechando las partidas económicas previstas en las medidas correctoras de la declaración de impacto ambiental de la ampliación del Port de Barcelona, en vistas de que las operaciones que se están realizando hasta ahora por este concepto “no acaban de funcionar. no sirven”, insiste Lucena.
Encontrar una solución a la desaparición de las playas es más urgente de lo que parece- No solo se trata de proteger unos enclaves turísticos o de , preservar el alto valor medioambiental de las dunas. Se trata de salvar el acuífero del Delta del Llobregat, un enorme embalse subterráneo bajo el río de 60 millones de metros cúbicos de agua potable, vital para toda el Área Metropolitana de Barcelona. Sin playas que funcionen como un escudo natural, el acuífero se contaminaría con la sal de forma prácticamente irreversible. Si la situación no se estabiliza, incluso la vida humana en las ciudades metropolitanas no volvería a ser la misma. III