La sociedad es cada vez más consciente de la necesidad urgente de cuidar el medioambiente y crear ciudades sostenibles. Y en ese contexto de sostenibilidad urbana, la ciudad El de Viladecans se coloca como un referente pionero en iniciativas de movilidad urbana, gracias a su proyecto de ciclocalles. Este tipo de vías se denominan así porque pueden ser utilizadas por cualquier tipo de vehículo, con motor o sin, y por las que pueden circular en condiciones de igualdad.
El objetivo del proyecto es favorecer el incremento del uso de las bicis o los patinetes eléctricos como forma de desplazamiento ciudadana y que estos nuevos transportes convivan con el resto del tráfico rodado. En las ciclocalles la velocidad está limitada a 30 km/h.
El Ayuntamiento de Viladecans ha invertido más de 93.000 euros en la red de ciclocalles, que ya cuenta con más de 32 kilómetros de itinerarios. La iniciativa se ha completado esta semana, con el estreno de 16 nuevos kilómetros de ciclocalles en los barrios de Ponent y la zona de Gabrielistes.
Velocidad máxima 30
Las ciclocalles incorporan una señalización en el centro de la calzada en la que se advierte del límite de velocidad de 30- y señales de aviso verticales que recuerdan el uso compartido y equitativo de la vía por todos los vehículos que circulen. En estos viales está prohibido adelantar a los medios de transportes más ligeros.
La nueva ordenanza de circulación, que regula este proyecto, entró en vigor en agosto. Esta normativa regula de forma especial el uso de patinetes eléctricos y otros vehículos de movilidad personal (VPM). A partir de este momento, tienen prohibido circular por la acera, con una multa de hasta 200 euros si lo incumplen. La única excepción son los carriles bicis, donde podrán circular con una velocidad máxima de 10 km/h pero siempre otorgando prioridad a los peatones.
Práctica a imitar
Las ciclocalles tienen como objetivo facilitar la movilidad urbana segura, animando a la gente a escoger opciones de transporte sostenibles y fomentando el civismo y la convivencia entre vehículos y peatones. La iniciativa ya ha recibido halagos, como el reconocimiento de “práctica municipal a imitar” por la Federación de Municipios de Cataluña (FMC). Este proyecto de movilidad se suma a la adaptación del Camí del Mar los domingos para peatones, bicis y otros
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