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Ruth Tormo: “¿Qué pasaría si un hijo mío se encontrara un mensaje de socorro cosido en un pantalón?”
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Ruth Tormo: “¿Qué pasaría si un hijo mío se encontrara un mensaje de socorro cosido en un pantalón?”

viernes 06 de noviembre de 2020, 08:00h
La escritora y periodista de Sant Feliu de Llobregat, Ruth Tormo Benavent (1974), es la brillante ganadora de la última edición del premio de novela juvenil Ramon Muntaner, que ha conseguido con su obra “Sense Codi de Barres”. La autora, que ha ganado varios certámenes literarios más, entre los que destaca el Premi Guillem Cifre de Colonya (2018) con su novela infantil “Quina tocada de nassos!”.

“Sense Codi de Barres” narra las historias cruzadas de una chica de Bangladesh y un chico del área metropolitana de Barcelona que entran en contacto por un mensaje de auxilio cosido en los bajos de unos pantalones. A partir de aquí, la historia hace un trepidante recorrido por temas y conflictos actuales -como la explotación infantil o el papel de la mujer en algunas culturas- y también por los problemas de los adolescentes, que acaban siendo muy parecidos en todas partes de este mundo globalizado.

Un mensaje de socorro escrito por una chica de Bangladesh en los bajos de unos pantalones que se compra un chico del área metropolitana de Barcelona.Así empieza todo…
Sí. Esta es la trama principal de “Sense Codi de Barres”. Ella (Amina) que trabaja en un taller de costura de Bangladesh en muy malas condiciones cose un mensaje de socorro en el pantalón y lo encuentra un chico (Víktor) que bien podría vivir en el Área Metropolitana de Barcelona, A partir de aquí surgen dos historias paralelas.

Dos historias paralelas que se necesitan…
Sí. Amina confía en que alguien encuentre su mensaje de socorro y Víktor necesita algo en lo que creer después de haber visto morir a su mejor amigo, necesita superar ese duelo… Pese a los 8.000 kilómetros que separan a ambos los personajes van evolucionando. Hay muchos paralelismos entre ellos durante toda la historia. Las siglas del nombre de Amina son las mismas que las del amigo fallecido de Víktor, por ejemplo.

Con tantos kilómetros de separación, las vidas de Amina y Víktor tendrán poco que ver…
Pues no. Los dos son adolescentes, de la misma edad. Y aunque viven en dos mundos muy diferentes comparten una misma realidad, unos mismos problemas. Los dos se sienten solos, tienen problemas de comunicación, a los dos les falla el apoyo de la familia, de los amigos, y también los dos tienen miedo y se sienten perdidos.Y al final los dos se acaban ayudando mutuamente de una manera u otra.

Una historia que al final acaba bien…
El bien triunfa sobre el mal, pero no del todo. También hay un baño de realidad. El final también abre una propuesta para reflexionar.

¿De dónde nace “Sense Codi de Barres”?
Me inspiré en el caso real de una chica que encontró un mensaje de socorro en la etiqueta de un vestido de una conocida marca de moda en 2014 en el que alguien anónimo se quejaba de las malas condiciones en las que trabajaba. Quien compró el vestido hizo una foto y la subió a Twitter. Y así empezó todo. Después aparecieron más mensajes similares con el mismo tipo de denuncia y eso me dio la idea para la novela.

¿Y por qué en Bangladesh?
Me impactó el derrumbe del edificio del Rana Plaza en Daca, la capital de Bangladesh, (en el que murieron 1134 personas y otras 2437 resultaron heridas, en el año 2013). En el edificio hundido había varias fábricas de ropa en las que trabajaban sobre todo mujeres. Sabía que en Bangladesh podría haber personajes reales como Amina.

En tu libro, describes Bangladesh como si hubieras estado allí, pero en realidad no has estado nunca. ¿Cómo lo has hecho para que la historia resulte tan creíble, tan realista?
He tenido que hacer un importante trabajo de documentación. Esta ha sido la parte de trabajo periodístico de la novela. He consultado blogs de viajeros, he hablado con personas que sí que han estado, especialmente con dos miembros de Intermón-Oxfam y Manos Unidas que han trabajado en proyectos solidarios allí. Todos estos testimonios me han permitido reproducir pequeños detalles que hacen la historia creíble, porque podría haber sucedido así.

¿Y cómo aparece Víktor en mitad de todo esto?
Pues me pregunté a mí misma ¿Qué pasaría si un hijo mío se encontrara un mensaje de socorro cosido en un pantalón? Y a partir de ahí empecé a desarrollar la historia paralela, tejiendo los personajes y la trama. Cuando empecé a documentarme ya tenía toda la historia en la cabeza, ya sabía lo que quería que pasara y lo que iba a pasar en cada capítulo.

¿Crees entonces que un adolescente metropolitano del año 2020 se habría implicado en intentar ayudar a Amina estando tan cuestionados como están por el comportamiento de algunos de ellos durante las restricciones por el covid-19?
Yo creo que sí. Yo creo que la juventud actual se implica. Generalizar siempre es complicado, para bien y para mal, pero es cierto que, en nuestra sociedad, en nuestra realidad del 2020, hay muchos jóvenes muy implicados en causas sociales. Es posible que si dos chicos se hubieran encontrado con el mismo pantalón uno habría leído el mensaje y se habría olvidado, pero seguramente el otro hubiera reaccionado como Víktor, hubiera decidido hacer lo mismo.

La novela tiene mensaje…
Yo trazo una historia que tiene un mensaje que no tiene por qué ser aleccionador, pero tiene un mensaje. Es un mensaje de superación, de ayuda, de crecimiento personal, de amistad… Yo lo que quería reflejar es que cuando te pasa algo malo o muy malo (como que se te muera un amigo) después te pueden suceder cosas buenas. Existe la esperanza. Después de los traumas también pasan cosas positivas y eso les ocurre tanto a Víktor como a Amina.

Entonces, ¿es un libro más profundo de lo que puede parecer una novela juvenil?
Lo de literatura juvenil es un término muy relativo, es una etiqueta. A mi me gusta leer autores de literatura infantil y juvenil que son muy potentes, solo que las cosas les ocurren a adolescentes, que tienen sus propios sentimientos y su propia forma de entender las cosas. Pero en realidad la historia de “Sense Codi de Barras” está pensada para que la puede leer todo el mundo. Es una historia crossover, juvenil pero todo terreno, para todos los públicos, para todas las edades.

¿Ya tienes en la cabeza tu próxima obra?
La estoy perfilando. Va a ser una historia más infantil y divertida, algo totalmente distinto.

Y para acabar, ¿te quedas con tu parte de periodista o con la de escritora?
Me gusta más escribir novelas que el periodismo. Aunque con la escritura tengo una relación de amor y odio. Cuando crees que fluye todo es positivo, pero cuando dudas, te quedas atrapado o no ves algo claro, la cosa cambia. La verdad es que escribo por hobby, porque me gusta desde pequeña. Tengo claro que actualmente es muy complicado vivir de la escritura, pero no pienso dejar de escribir. III

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