La alcachofa de El Prat vuelve a la mesa coincidiendo con la inminente reapertura de la hostelería

La llegada del frío y la caída de las temperaturas de esta semana, ha vuelto a dar el pistoletazo de salida a la temporada de alcachofas para regocijo de los agricultores del Parc Agrari del Baix Llobregat. Tras una cosecha menos copiosa que en años anteriores por culpa del covid-19 (en muchos casos del 50%), la prestigiosa hortaliza de El Prat vuelve a pedir paso en la cocina y en las mesas, coincidiendo con la inminente reapertura parcial de bares y restaurantes prevista para el próximo lunes 23 de enero, lo que supone un revulsivo para los payeses del Delta del Llobregat.

Aprovechando el eco que dan las redes sociales, la Cooperativa Agrícola de El Prat ya ha dado la buena nueva de que la temporada de la alcachofa pratense ha comenzado. Y comienza con la misma advertencia que los payeses del Delta hicieron hace unas semanas a El Llobregat: en el mundo de los productos de km0 no es oro todo lo que reluce y muchas hortalizas que dicen ser del Baix no lo son. “Hay que buscarla la etiqueta que demuestra que el producto se ha cultivado en El Prat o es producto de proximidad como garantía de calidad”, han reiterado desde la cooperativa.

Por eso payeses, asociaciones y cooperativas agraria insisten en que, ahora más que nunca es necesario que la administración pública establezca regulaciones de calado para evitar los cada vez más frecuentes fraudes en la compraventa de productos catalogados como km0. La calidad de estos productos, su frescura y los beneficios económicos que aportan, como el apoyo a los negocios locales debe ser avalada por certificados y etiquetas de embalaje, de lo contrario se trata de imitaciones, de productos cultivados y cosechados lejos del Delta del Llobregat pero envasados aquí. De existir una buena regulación, tanto compradores como productores se verían y podrían consumir los productos con total seguridad sobre su procedencia.

El producto estrella

Con tanto sobresalto y tantos palos en las ruedas, es lógico que los agricultores tuvieran ganas de empezar la temporada de la alcachofa. Para empezar, porque es el producto estrella de sus cultivos y como aliciente añadido porque además salvó los muebles y la presión económica que vivieron los payeses “durante los primeros meses del confinamiento gracias a las ventas”, ha recordado Agustín Serrano.

Algunos agricultores del Parc Agrari del Baix Llobregat, como Xavi Oliva, se sumaron a la campaña “Mengem Carxofa” organizada por el Ayuntamiento de El Prat y la Cooperativa Agrícola local para compensar que los restaurantes estaban cerrados. La iniciativa logró hacer una gran difusión del producto y promovió su consumo entre los vecinos de El Prat, pero también entre los de las poblaciones vecinas de la comarca y de Barcelona.

Producción al 50%

Así pues,los payeses consideran que el hecho de que el inicio de la temporada coincida con el final del cerrojazo a bares y restaurantes puede ser una señal de que las ventas pueden ser buenas. Pero aún así, la temporada de la alcachofa no está libre de dificultades y sigue estando en peligro, porque nunca puede descartarse que caiga una terrible helada como la que asoló la producción del Parc Agrari hace solo unos inviernos. Para empezar, y como ha incidido Xavi Oliva, debido a la adversidad atmosférica, los cultivos están “al 50% de su capacidad productiva”.

El cambio climático y las frecuentes gotas frías y lluvias torrenciales están poniendo en riesgo la calidad del producto, la viabilidad de las cosechas y también la generación de brotes de la planta que den lugar a las cosechas futras. Oliva ha explicado que “se deben dar unas condiciones climatológicas concretas para que las alcachoferas broten y salga buen producto”. Así que hay que seguir cruzando los dedos y esperar, que el tiempo (climatológico) les acompañe.