Como asegura la sabiduría popular esto del covid-19 acabaremos pasándolo todos y más o menos la cosa está resultando así. Como ninguno estamos a salvo la segunda oleada caló de arriba a abajo a Jorge Montero que cogió el coronavirus en plena subida de la cresta y lo pasó francamente mal hospitalizado con neumonía y con oxígeno. Sus fotos dan fe.
Porque Jorge, de Sant Boi, es fotógrafo y eso es algo que no se puede evitar ni siquiera cuando estás bajo los duros efectos del SARS CoV-2. En lugar de apiadarse de si mismo y de su mala suerte por haberse contagiado, pese a haber cumplido escrupulosamente con todas las recomendaciones y restricciones sanitarias y sociales, se dedicó a dejar constancia fotográfica (selfies incluidos) de lo que le iba aconteciendo, como en un safari, para así poner cara e imágenes a lo que significa pasar el covid-19.
Durante el mes largo que sufrió síntomas o secuelas del coronavirus Montero tomó un montón de instantáneas datándolas y añadiéndoles un comentario. Para este reportaje hemos escogido algunas de las más relevantes.
Primeros cinco días con el coronavirus: aislamiento en casa |
El domingo 18 de octubre Jorge Montero se despierta a las 8.00 h. con malestar, el termómetro marca 39º de fiebre. Llama al CAP Montclar de Sant Boi donde le hacen una PCR que al día siguiente le es notificada como positivo en Covid-19. Al salir, no va a su casa y se aisla en una segunda residencia para no contagiar a nadie, pero sigue en contacto telefónico diario con el CAP. Toma gelocatil e Ibubrofeno de forma alterna cada 4 horas y duchas frías para bajar la fiebre, que supera los 39.55º. En los episodios febriles siente “delirios coloridos, que me dejan enamorado aun siendo consciente de que la mente no me funciona correctamente”, explica. |
Día 6 (9.30 horas): visita de urgencia en el CAP para un control por la fiebre elevada |
Tras seis días con la fiebre muy alta y sin respuesta al tratamiento prescrito, el médico del control telefónico del covid-19 le programa a Jorge una visita urgente en el CAP Montclar. Tras ser valorado por el personal del ambulatorio, comprueban que la fiebre sigue muy alta y detectan crepitantes en el campo pulmonar izquierdo y una caída en la saturación de oxígeno (90%), dos síntomas de que el covid-19 se ha complicado con una neumonía. Tras el diagnóstico, la doctora que le atiende ordena el traslado inmediato en ambulancia (coordinado con el 061) al Parc Sanitari Sant Joan de Déu de Sant Boi para su ingreso en un box de urgencias. |
Día 6 (9.42 horas): traslado en ambulancia para su ingreso en el Parc Sanitari Sant Joan de Déu |
Jorge ingresa en un box de urgencias del hospital de Sant Boi donde le controlan la temperatura, le monitorizan la saturación de oxígeno, reforzándola con aporte externo por las fosas nasales, y le ponen una vía para la medicación. Nuestro fotógrafo permanece en el box, hasta la que la fiebre no le baja a 37º. En ese momento se decide trasladarlo a planta. Durante toda este rato, Jorge Montero nota una importante mejora en su estado, preocupándose más por el cargador de su móvil que del coronavirus. Y recupera el sentido del humor y el optimismo: “Vamos a por el bicho con todo”, se jalea a si mismo. |
Días del 6 al 11 de infección: ingreso en planta en una habitación doble |
Durante su estancia en el Parc Sanitari Samt Joan de Déu, Jorge se mantiene estable y mejora notablemente de los síntomas, desde que se le prescriben antiinflamatorios para bajar la inflamación pulmonar provocada por la neumonía. No les ocurre igual a tres de sus compañeros de habitación que acaban siendo ingresados en la UCI debido a que se agravan sus dificultades para respirar y la fiebra alta propias del covid-19. De los seis días que permanece ingresado Jorge Montero destaca “el esfuerzo y la humanidad de los miembros del personal sanitario, que a pesar del cansancio acumulado siempre me mostraron su mejor predisposición y sonrisa”. |
Días del 12 al 19: hospitalización en casa con máquina de oxígeno y seguimiento sanitario presencial diario |
Jorge abandona el Parc Sanitari pero no recibe el alta. En realidad es enviado a su domicilio habitual en Sant Boi y aislado en una habitación que se convierte en una prolongación del propio hospital, con el mismo instrumental médico que tenía durante el ingreso y que es controlado diariamente y de forma presencial por un médico y una enfermera. Lentamente, nuestro fotógrafo se va recuperando, como muestra que la saturación de oxígeno pasa de 90 a 99 y baja el esfuerzo cardíaco de 90 a 60 pulsaciones por minuto. Ya ve cerca el final del túnel y publica en sus redes sociales “tachán!!!”, cuando las constantes recuperan la normalidad. |
Inscripción en el programa de donación plasma-covid en el Banc de Sang de Bellvitge |
A través de internet, Jorge descubre que hay un programa denominado “plasma-covid” (iniciativa del Banc de Sang) en el que se recoge, mediante una centrifugadora, plasma sanguíneo con anticuerpos contra el coronavirus de quienes han superado la enfermedad. Cuando trascurre un mes desde que recibe el alta (2 de diciembre de 2020), Jorge Montero hace su primera donación en el Hospital de Bellvitge. “Los anticuerpos que donas pueden ayudar a combatir la infeccion a alguien que no los tenga y se encuentre en la UCI. No es un acto heroico debería considerarse un acto humano en el que el mayor sufrimiento es no dormirte durante la donación”, explica. |