En España, entre 450.000 y 600.000 personas son autistas. Parte de esta población posee notables facultades lógicas y analíticas, alta capacidad de concentración y conceptualización, elevada memoria, y gran interés por materias como matemáticas, informática y tecnología.
Todas ellas características muy valoradas por las compañías del sector tecnológico, pero también muy escasas, y que muchas empresas buscan en vano en el mercado laboral.
Así pues, determinados perfiles con trastornos del espectro autista (TEA) son, potencialmente, empleados atractivos para las empresas de alta tecnología. Están muy atentos a los detalles, y detectan fácilmente patrones en los datos y errores en las líneas de código de los programas informáticos.
A pesar de todo esto, la realidad es que las personas autistas se enfrentan a múltiples dificultades para conseguir un trabajo. Se estima que el TEA afecta al 1% de la población mundial, y que, de este 1%, solo el 6% tiene una actividad remunerada.
El problema es que, en el enfoque tradicional, se pone atención en todas las cosas que las personas con TEA no pueden hacer: son pobres en interacción social, por lo que se resulta muy complicado hacer frente a entornos caóticos y trabajar en equipo; o que tienen un comportamiento inflexible y extremadamente disciplinado. Y claro, todo esto choca contra un entorno laboral en el que se privilegia la capacidad de adaptarse a las condiciones cambiantes del mercado, la movilidad y el trabajo en equipo.
Así pues, ¿cómo podemos ayudar a las personas con trastorno del espectro autista a integrarse en la fuerza laboral? El enfoque adecuado para conseguirlo sería preguntarse: ¿qué pueden aportar las personas con TEA a una empresa? Ven detalles que nadie más ve. Su forma atípica de percibir su entorno puede resultar de gran valor. Tienen la capacidad de procesar grandes cantidades de información de una manera muy estructurada, casi algorítmica. Y mucho más. Realmente, un perfil profesional específico y muy buscado por las empresas tecnológicas.
Entonces, ¿cómo preparar a su hijo con TEA para un futuro profesional exitoso y gratificante? Es necesario ofrecerle apoyo, aprovechar las fortalezas y mejorar las habilidades, ayudándole a aumentar su confianza en sus propias capacidades sociales y profesionales, potenciando así su empleabilidad. Para que pueda construir un proyecto profesional, refuerce la confianza y se vuelva más independiente. III
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