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Salvar el planeta desde el Baix y L’H. ¡Declarada la emergencia ambiental!
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Salvar el planeta desde el Baix y L’H. ¡Declarada la emergencia ambiental!

Por Juan Carlos Ayala
viernes 07 de mayo de 2021, 08:00h
El territorio emite 13 millones de toneladas anuales de CO2, una cifra "insostenible", el objetivo es reducir el 55% de la contaminación en 2030.

El cambio climático ya ha comenzado y es imparable. Cuanto más tarde se tome conciencia de ello, más posibilidades habrá de que sea irreversible y que pueda acabar costándole la vida al planeta entero.La Unión Europea (UE) ha sido la primera en advertir de lo que está en juego y fijar un programa de medidas en aras de la sostenibilidad. Desde el Área Metropolitana de Barcelona (AMB) han captado el mensaje y ya se han puesto manos a la obra. Se acaba de declarar la emergencia climática, el arma hasta ahora más eficaz para proteger el territorio y el medio ambiente de L’Hospitalet y del Baix Llobregat.

El apoyo a la emergencia climática metropolitana es unánime y su objetivo estratégico también “emprender políticas destinadas a la reducción de la contaminación atmosférica, que garanticen el acceso justo de toda la población al agua e implementar una economía circular”, destacan fuentes de la AMB. La autoridad metropolitana piensa llevar la iniciativa en todo lo que tenga que ver con reducir las emisiones derivadas de la gestión de residuos, el agua y la movilidad, que son las materias en las que, por ley, tiene competencia.

La conurbación barcelonesa emite anualmente unos 13 millones de toneladas de CO2. Una cifra “insostenible”, recuerdan desde el AMB. El reto es cumplir el mandato de la UE y reducir las emisiones contaminantes un 55% en el 2030 y lograr la neutralidad del ciclo del carbono en el 2050. El sueño de las emisiones cero.

Pese a la alarma, parece que la situación en el entorno metropolitano se va reconduciendo, Si se comparan los datos de emisiones de CO2 en 2019 con los de 2005 se comprueba que la contaminación se ha reducido un 33% en los últimos 15 años. No obstante, en el inicio de esta nueva década se observa un repunte de aquellas irradiaciones vinculadas a la actividad económica, donde las grandes industrias que se inscriben en el mercado de derechos de emisiones han aumentado en un 8% su aportación desde 2005. “Sectores como el de la movilidad, el transporte o el de las actividades industrial son claves para reducir la contaminación”, asegura el AMB.

Cinco ejes para centrar esfuerzos

Así que la apuesta por el medio ambiente y la sostenibilidad pasa, ineludiblemente, por centrar los esfuerzos de la emergencia climática en cinco ejes básicos sobre los que van a pivotar todas las intervenciones: la movilidad sostenible, la transición energética, la preservación de los recursos hídricos, la economía circular y los nuevos modelos urbanos.

Con la diagnosis en la mano, ¿cuáles son los próximos pasos que va a dar el Área Metropolitana? En la agenda hay marcadas tres acciones prioritarias: descarbonizar la demanda energética (sustituyéndola por energías renovable), propiciar un cambio modal en el sector del transporte e impulsar la rehabilitación de viviendas y edificios con criterios de eficiencia energética.

En el ámbito de la transición energética se pretende rehabilitar equipamientos en busca de que atesoren la máxima eficiencia energética, reduciendo los consumos actuales y fomentando programas de rehabilitación en los que la variable energética sea la clave. En este mandato metropolitano (que finaliza en 2023) el AMB también impulsará la producción fotovoltaica y desarrollará los planes de cubiertas solares. El objetivo en materia de transición energética es que todos los equipamientos y alumbrados municipales de L’Hospitalet y del entorno metropolitano del Baix Llobregat sean 100% renovables el 2030 y logren la neutralidad del carbono.

En cuanto a la movilidad sostenible, el abanico de propuestas es amplio y va desde mejorar el transporte público (con el refuerzo de la red ferroviaria como eje vertebrador de la movilidad metropolitana) hasta equilibrar la oferta de puestos de trabajo con la población ocupada residente, pasando por la reducción de la necesidad de la movilidad obligada y optimizando el modelo logístico de distribución urbana de mercancías.

En relación a los recursos, la economía circular y los cambios en los modelos de producción y consumo, destaca el proyecto metropolitano PREMET25, que busca aumentar significativamente los índices de recogida selectiva en toda la metrópolis, que actualmente se encuentran estancados en torno al 37%, por debajo de la media de Cataluña (42%).

Y para finalizar, la piedra de bóveda de la batalla contra el cambio climático va a ser la implantación de nuevos modelos urbanos, donde destaca por encima de todo el Plan Director Metropolitano (PDU), un instrumento que va a definir el futuro urbanismo de toda la metrópolis de Barcelona. III

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