Olivier Chantry, responsable sindical de Medio Ambiente de la Unió de Pagesos (UP), radiografía la actual situación del Parc Agrari del Baix Llobregat y defiende que el cultivo de cannabis es “un bluff” especulativo para aumentar los precios del terreno
El 9 de febrero la denuncia de DEPANA ante la Unión Europea (UE) por las Zonas de Especial Protección para las Aves (ZEPA) 1994 del Parc Agrari del Baix Llobregat, tras 27 años de retraso; conminaba en el plazo de 60 días a activar esta reserva ornitológica, que concierne a la Generalitat y los ayuntamientos de Sant Boi, El Prat y Viladecans (so pena de multas) en un momento en que se está a la espera de los 140.000 millones de euros para reactivar la economía. Mal momento para más retrasos.
Aun así, y ya fuera del plazo, se ha podido constituir el Govern de la Generalitat con mucho trabajo y bastante pena por el ejemplo dado a la ciudadanía. En este tiempo se han ido produciendo pronunciamientos sobre temas derivados: AENA tiene 1.700 M para la ampliación del aeropuerto Josep Tarradellas de Barcelona El Prat, un gran asunto sobre el que la patronal, PSC y demás partidos son favorables, con la ambigüedad de ERC y Junts (que gobiernan en la Generalitat) y la oposición total de la Colau y la mayoría de Podemos-Comuns y la CUP.
Madrid espera, impaciente la aceptación del plan de ampliación, con el viento de cola de que los cuatro ayuntamientos socialistas de la reserva agraria se han mostrado favorables a la reforma, no así el de El Prat,qu es radicalmente contrario.
A favor y en contra
Uno afectados de los grandes afectados, la Unió de Pagesos (UP), también es contraria a la ampliación, aunque el Ayuntamiento de Viladecans ofrezca 48 hectáreas para compensar el imprescindible traslado de la laguna de la Ricarda. Las Cooperativas de Gavà y Viladecans, AEBALL y Cercle están a favor de que alargue la tercera pista, como también lo están de las infraestructuras hidráulicas compensatorias.
Olivier Chantry, 40 años, diplomado agrario en Lyon e inquilino de la masía de “Cal Notari” de Sant Boi es el responsable sindical de Medio Ambiente de la UP y como tal está participando en el proceso informativo sobre la ampliación aeroportuaria y de las zonas ZEPA y espera que serán llamados por la consellera Jordá para afrontar este gran asunto que para algunos puede suponer la extinción de la actividad agraria o incluso “una eutanasia campesina” como dejó dicho hace años un técnico agrícola.
Chantry viene de Francia, un país donde cada día se suicida un agricultor, aunque su traslado a Sant Boi está en la línea luchadora y positiva, que tantos franceses aportaron al Delta del Llobregat y a Cataluña y que en los libros de J. Codina se reseñan.
Red de aeropuertos
Preguntado sobre el quid de la cuestión del aeropuerto, Chantry manifiesta que AENA cuenta con Reus, Girona, y las dos pistas de El Prat para dar servicio en red y en cuanto a compensaciones posibles (en el caso de que se ejecuten la ampliación aeroportuaria y de ZEPAS) se muestra reservado y fiel a su sindicato.
Dado que él es cultivador ecológico certificado, opina sobre el cultivo de cannabis en el Delta del Llobregat, auspiciado por la Universitat Politècnica de Catalunya (UPC), y no lamenta en exceso que el “Smart farming lab” aquel añejo intento de IKEA en Sant Boi se vaya a trasladar al Penedés. El responsable ambiental de la UP ve en estos intentos una “amazonización” de un campo hipertecnificado. Considera que el cannabis es “un bluff” especulativo para aumentar los precios del terreno (asegura que ocurre) y de ser un posible factor de inseguridad para las gentes del agro.
Kilómetro 0 y venta directa
También habla críticamente de las unidades de producción, porque si las cooperativas y los grandes tenedores se concentrarán, se les permitiría recoger fondos de la PAC desaprovechados. Como propugnaba el grupo Ametller. Olivier Chantry acepta las ventajas ciertas del cultivo km 0 por su proximidad al “Biomarket” y a “Mercabarna”, aunque su preferencia es la venta directa, como antaño y que pocos mantienen.
Las próximas semanas serán las importantes, ahora estamos en la fase “haka” del rugby (“All blaks”) gestos y gritos intimidatorios, manifiestos, actos y comunicados. Después el silencio y la reserva y finalmente el acuerdo. Lo hubo en el Canal Segarra y en el Empordà. Seguro que, en el Delta, también.