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La mano invisible
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La mano invisible

Por Lluis M Estruch
jueves 10 de febrero de 2022, 18:04h

Se cree que a veces las cosas funcionan por sí mismas, según la doctrina liberal del filósofo escocés Adam Smith y aunque en gran parte pueda ser verdad, casi todo necesita de una mínima intervención

Y algo de esto ocurre con los “tribunales de Aguas”; el de Valencia, que la UNESCO en 2009, declaró “patrimonio inmaterial” podría ser el de más solera y prestigio en los conflictos entre regantes, de la Huerta Valenciana desde el s.XIII; sus sentencias, acuerdos y arbitrajes se celebran cada jueves en un portal de la catedral de Valencia al aire libre con sus cinco miembros y en presencia de los reclamantes. Entre nosotros, existe desde 1856 con diversas adaptaciones y reformas un tipo de supervisores de que el riego de los 14 km del canal Dreta Llobregat, pueda distribuir su 1,5m3/seg. sin incidencias ni abusos entre sus copropietarios regantes de: el Prat, S. Boi, Viladecans, Sta. Coloma de Cervelló, S. Vicens dels Horts, por una superficie que aunque disminuida por las expropiaciones, ronda las 3.500 ha. El canal Dreta tiene un proyecto de prolongación vía Viladecans hasta Gavá. Aún así es un Canal pequeño, entre los existentes; y si bien saneado y con patrimonio funciona en todo, a una escala más reducida.

Cuentan con tres miembros, en su tribunal: dos jurados de riego, un Presidente y un celador que aporta las denuncias, los avisos de incumplimientos y la ejecución de los acuerdos.

Los jurados de riego,son actualmente los Sres. Parés y Solanas de S. Boi que han sido elegidos por periodos de 4 años; son propietarios y cuentan con la experiencia necesaria para dirimir los conflictos entre regantes. No cobran ningún tipo de retribución.

El Presidente, X. Giménez, del Prat, que representa a la Junta de Gobierno de Joan Estruch de S. Boi; asiste a las deliberaciones de denuncias o incumplimientos. El trío actual muy equilibrado representa a los tres tipos de propietarios: los grandes, medianos y pequeños. El veterano celador J. Martínez, hijo del anterior, aporta denuncias y fotos de la falta. Las más corrientes: son saltarse los turnos de riego, los descuidos en los desagües, los cierres de compuertas y el mal uso del agua. El infractor es advertido y en su reincidencia, multado. Las multas van de un mínimo de 100 a 6.000 euros. No sancionan directamente, sin previa consulta legal al asesor jurídico J. Codina. Las decisiones pueden recurrirse y el desistimiento de la decisión final es recurrible al Tribunal civil. El ACA no participa. Las cuotas de riego anual giran alrededor de los 309 euros/ha y los jurados pueden interesarse competencialmente en los casos de impagos y morosidad crónica, según los estatutos del 16/10/2015. Las reuniones mensuales, se celebran en la sala de Actos del edificio del Canal Dreta en la calle Osca.

Los acuerdos sobre el tema se pasan al libro de Actas. En tiempos pasados, los grandes propietarios llegaban a acuerdos rápidos, ahora con predominio de arrendatarios, sexiste una mayor conflictividad. En períodos de sequía como la que se nos esta anunciando, las sanciones se incrementan y se reduce el caudal de riego. Y esto puede disparar disputas y robos de agua por parte de los “Hortelanos” ilegales o tolerados, con minifundios recreativos. Temas nuevos como las balsas de riego, que si fueran muchas, podrían necesitar de protocolo especial, que por ahora no se precisa. Como se ve nuestro “tribunal” carece del empaque del valenciano, ni sus miembros lucen el típico blusón de los huertanos valencianos. Pero ayudan a que la mano invisible que riega el “Parc Agrari” pueda hacerlo sin los conflictos irresolubles propios del agro y en todo conformes a la “Ley de Aguas” a la que se acoge una entidad de derecho público, como es el Canal Dreta del LLobregat.

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