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El presupuesto municipal como palanca de cambio

Por José Ángel Carcelén
viernes 04 de marzo de 2022, 16:10h

Vivimos un tiempo de transformaciones aceleradas. La emergencia climática y la pandemia obligan a reescribir las bases de nuestro viejo estado del bienestar desde la lógica de la sostenibilidad y partiendo de la obligación moral de luchar contra las desigualdades crecientes

Para impulsar tales transformaciones, los ayuntamientos deben echar mano de sus herramientas de planificación, y una de las más eficaces es, sin duda, el presupuesto municipal. Más que nunca, el plan económico y financiero anual debe vincularse a una estrategia de ciudad consecuente con los retos que cada municipio tiene en su horizonte.
Y eso es justamente lo que representa el Presupuesto Municipal que Sant Boi ha aprobado para este año: un paso más en su estrategia de ciudad sostenible y saludable, o, lo que es lo mismo, dar respuesta a escala local a los principales retos globales del mundo actual.
Nuestro presupuesto crece un 8,9% respecto al de 2021 para dar continuidad al proceso de reactivación social y económica y afrontar inversiones necesarias para la transformación de la ciudad, con un acento especial en actuaciones relacionadas con la transición verde y digital. Las prioridades están claras: atención a las personas, transición ecológica y reactivación económica.
La lucha contra la desigualdad, agravada por la pandemia, y el conjunto de servicios orientados a la ciudadanía representan más del 42% del gasto (un 3% más) para seguir ocupando el centro de la agenda política y presupuestaria de Sant Boi. Por su lado, la apuesta por la sostenibilidad tiene una clara traducción en las inversiones, que alcanzan inicialmente 15 millones de euros (un 57% más), capítulo en el que destacan la mejora de los espacios verdes urbanos y el incremento de la eficiencia energética, un elemento clave no solo para la salud ambiental de nuestro entorno sino también para una redistribución justa e inclusiva de la energía.
En definitiva, estamos ante una cuentas municipales claramente en sintonía con la Agenda Urbana 2030 catalana, estatal y de la Unión Europea. Unas cuentas que reflejan lo que ya intuíamos: que el nuevo estado de bienestar pasa necesariamente por una transición verde en la que se adivinan nuevas oportunidades para las economías locales y la justicia social.

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