En estos cinco años ha estado en pérdidas y solo un semestre en beneficios, -la familia Elías-, sus propietarios, apostó tras un estudio de mercado por nuestra ciudad. Han demostrado paciencia y poca codicia, esperando un éxito de público que no ha llegado o tan solo consolidar una clientela fiel que tampoco se ha logrado.Durante el confinamiento como muchos supermercados de alimentación, tuvieron un modesto revivir; pero cuando éste terminó, han cerrado el año 2021 con un -20%. Ante eso, la dirección ha procedido al cierre y a una venta de existencias con descuentos del 10% al 30% en tres semanas y anunciando en letreros su voluntad de traspaso.
El local de más de 100 m2 diáfanos, tiene un sótano de la misma medida. Su ubicación es óptima. ¿Qué ha pasado? En este S. Boi que rechazó el “OUTLET” que se fue a Viladecans y aprobó ya una disposición para convertir locales comerciales en viviendas de planta baja, dada la abundancia de bajos comerciales sin uso. Nuestro comercio local, no tiene una oferta muy amplia pero aún así, hay un creciente sector de población que busca nutrirse mejor y que al hacerlo procura incluir o tener en cuenta, razones de salud y medio ambiente. Ahora van a tener que buscar otros comercios con oferta parcial, para mantener sus propósitos, dado que “Veritas” con su oferta integral ecológica, nos deja.
Es sabido que S. Boi presume de Parc Agrari; sin embargo “Veritas”solo encontró un productor certificado, la ONG subvencionada del ex.alcalde Vila, “Central Parc”, un hecho muy revelador de nuestro agro local. S. Boi es la 2ª ciudad más pobre en renta de la comarca, el dato era sabido por “Veritas” con (72 tiendas), sin embargo con un censo de 85.000 habs. cabía la posibilidad de consolidar una determinada clientela exigente, con el medio ambiente, incluso el Covid podía reforzar la tendencia a nutrirse mejor, con respeto a la sostenibilidad agraria, con productores certificados y que según me explicaron los 5 empleados -felizmente recolocados-; nos sorprendería el número creciente de personas con intolerancias y alergias alimentarias, los vegetarianos y veganos, celíacos y otros grupos especiales. Los huevos ecólogicos, eran los más vendidos. Se pagaba un sobreprecio, para asegurarse una dieta sana y conforme a las normas ecológicas. Todo el amplio repertorio de productos, estaba verificado según reglas oficiales UE.
En plena crisis de suministros del sector agropecuario, con manifestaciones de protesta, unidas al paro de los transportistas; nos cierra una tienda que cumplía todas las normas de la ley de cadena alimentaria, justa con sus proveedores, y con buena política laboral, con un local impecablemente limpio. Se nos va para no volver. Su responsable me informó de la oferta de “ayuda” de dos empleadas municipales, unos días antes del cierre. A eso se le puede llamar “sentido de la oportunidad”. A todo esto la guerra de Ucrania, afectaba a la propiedad de la cadena “DIA” de un oligarca ruso intervenido. Si le añadimos el desbocado aumento de la energía y combustibles y una inflación galopante, creo que tendremos más funerales comerciales y cierres empresariales definitivos. Aunque como decía el desaparecido Rubalcaba, en España “se entierra bien”; pero creo que en los procesos de cierre empresarial , valdría la pena evitar el paripé de ofrecer “ayudas” municipales, días antes del funeral. O el de conceder el desahogo “solidario” a los empleados despedidos, en los Plenos interminables de cada mes.
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No(
